Mitos y verdades sobre la bisexualidad

20 febrero, 2019 5 mins de lectura
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La diversidad sexual es tan amplia hoy en día que poco a poco se han ido nombrando y reconociendo distintas orientaciones sexuales. Existen los heterosexuales, los homosexuales, los asexuales, los demisexuales, los polisexuales o los pansexuales. Sin embargo, una de las preferencias que está más rodeada de prejuicios, es la bisexualidad. 

Un bisexual es una persona que se siente atraída romántica o sexualmente tanto por hombres como por mujeres. Por esta razón, esta orientación sexual ha despertado controversia entre los heterosexuales y, aunque no lo creas, también entre muchos miembros de la comunidad LGBT+. 

DESMINTIENDO LOS MITOS ACERCA DE LA BISEXUALIDAD

Actualmente son cada vez más las personas que se atreven a salir del clóset y aceptarse públicamente como son. Incluso celebridades como Megan Fox y Billie Joe Armstrong le han perdido el miedo a las críticas y han declarado su preferencia sexual, pero ni siquiera eso salva a los bisexuales de la discriminación que sufren por los siguientes mitos: 

  • Los bisexuales no existen. Muchas personas piensan que ser bisexual es solo un pretexto para aquellas personas que, en realidad, no quieren admitir que son gays o lesbianas. Sin embargo, la bisexualidad no es una etapa, es una orientación sexual bien definida, al igual que la heterosexualidad o la homosexualidad. 
  • Los bisexuales son promiscuos. La orientación sexual de una persona no tiene ninguna relación con el número de parejas sexuales que decide tener. El hecho de que les gusten ambos géneros no quiere decir que tienen más sexo que cualquier otra persona.
  • Los bisexuales son más infieles. La fidelidad es una elección personal que no depende de la preferencia sexual de una persona, independientemente de que cada pareja define sus propios límites. Una persona bisexual no le pondrá el cuerno a su pareja solo porque le gustan ambos sexos. 

  • Los bisexuales tienen más ITS. Las posibilidades que tiene cualquier persona de contraer una Infección de Transmisión Sexual dependen de qué tan responsable sea en la cama, no de si se acuesta con hombres y con mujeres. Si se cuida, no tiene más ni menos posibilidades que un heterosexual o un homosexual de contagiarse.
  • Los bisexuales son Swingers. Lo primero que hay que entender, es que las prácticas sexuales no son lo mismo que una orientación sexual. Un heterosexual puede gustar de intercambiar parejas mientras que un bisexual puede preferir ser monógamo. No hay relación alguna entre el ser bisexual y el ser Swinger
  • No se puede satisfacer a un bisexual. Un bisexual puede quedar satisfecho, tanto sexual como emocionalmente, con cualquiera de las parejas que decida tener, independientemente del género de la persona en cuestión. 
  • Todos somos bisexuales. A pesar de que se ha generalizado la idea de que, en el fondo, a todos nos atraen las personas de ambos sexos, esta idea está muy lejos de la realidad. Tranquilo, reconocer que una persona de tu mismo sexo es atractiva, no te hace homosexual ni bisexual. 

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LA ESCALA DE KINSEY

El biólogo estadounidense Alfred Kinsey creó una escala, llamada Escala de Kinsey, que evalúa el historial sexual de las personas y clasifica su comportamiento sexual dentro a 7 distintos tipos de orientaciones, que son las siguientes:  

  1. Exclusivamente heterosexual.
  2. Principalmente heterosexual, con contactos homosexuales esporádicos.
  3. Predominantemente heterosexual, aunque con contactos homosexuales más que esporádicos.
  4. Bisexual.
  5. Predominantemente homosexual, aunque con contactos heterosexuales más que esporádicos. 
  6. Principalmente homosexual, con contactos heterosexuales esporádicos.
  7. Exclusivamente homosexual. 
  8. Asexual, el individuo no presenta atracción sexual.

Aunque los resultados de la Escala Kinsey arrojan que es perfectamente normal para muchos hombres y mujeres atravesar una etapa de experimentación, la realidad es que, tarde o temprano, definen su orientación sexual. Así sea heterosexual, bisexual u homosexual.

Si tienes dudas y quieres saber si eres bisexual o bicuriosa, puedes ingresar a este enlace para realizar una versión comprimida de la Escala de Kinsey para descubrir tu orientación sexual predominante o buscar a un especialista en el tema. 

Así que ya lo sabes, lo más Kinky que puedes hacer, es deshacerte de los mitos y los prejuicios. Acepta que mientras las prácticas sexuales sean seguras, la diversidad sexual forma parte de este mundo y todos somos iguales sin importar nuestra orientación sexual. Lo que menos hace falta es la discriminación y los gustos de otra persona, no nos afectan en nada. 

Respeta y, ¡Hazte Kinky!

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