Seducción a través del tacto

26 noviembre, 2017 2 mins de lectura
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En Let’s Kinky estamos convencidos de que, para disfrutar del sexo, hay que involucrarse en cuerpo y alma y con todos los sentidos; siempre te diremos que no hay mejor manera de explotar al máximo el erotismo que estimular cada uno de tus sentidos. Por eso, desde hace tres meses dedicamos una editorial mensual a cada sentido: ya te hablamos de las posibilidades sensuales del gusto, del oído y del olfato. Hoy es el turno del tacto.

En una encuesta lanzada el mes pasado en este portal, te preguntamos qué es lo que más te gusta que te hagan durante el foreplay; la respuesta fue avasalladora: 41% de nuestros lectores respondió: “Que me acaricien”; mientras que 28% eligió sexo oral y solo 14% optó por los besos. Con estos nos queda muy claro entonces que a la mayoría de nuestros lectores Kinky los prende la estimulación directa de la piel.

Pero estimular a través del tacto no significa solamente acariciar al otro con tus manos, o enfocarte únicamente en las zonas erógenas. ¡No! Piensa que el tacto es el sentido a través del cual percibimos estímulos con la piel; ahora piensa que la piel es el órgano más grande que tenemos. ¡Imagina todas las posibilidades que esto significa! 

Para empezar, prueba con algunos juegos eróticos que impliquen la exploración de diferentes texturas; venda los ojos de tu pareja y pasa por su piel distintos objetos: una pluma, tus uñas, algunos trozos de tela… ponte creativo y pídele que adivine con qué estás jugando. Después de un rato, puedes intensificar la excitación rozando la piel de tu pareja con tu propia piel, pero no tus manos, prueba con tu pecho, tus nalgas, tus hombros…

Por supuesto, no debes olvidar que absolutamente todo el cuerpo tiene potencial erógeno, así que no pases de largo sus pies, manos, rodillas; es más, te recomendamos que dejes la estimulación de las zonas erógenas primarias para el final, te aseguramos que para cuando llegues a ellas, tu pareja estará a punto de explotar de placer. Recuerda que la intensidad del orgasmo depende en gran medida de la intensidad del juego previo, así que: ¡toca, toca y vuelve a tocar!

¡Hazte Kinky!

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