¿Qué es el arte Shibari?

16 enero, 2018 3 mins de lectura
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La palabra Shibari significa, literalmente, atadura. Y este arte erótico japonés, es un estilo de bondage que implica atar siguiendo técnicas y líneas estéticas, más allá de la simple inmovilización, valiéndose de cuerdas de fibras naturales. Sin embargo, en sus inicios, esta técnica no se usaba con fines sexuales, sino como parte del Hojo-jutsu, el arte marcial tradicional japonés, para atar a un oponente, pero también para detener a los prisioneros de guerra.

Fue a comienzos del siglo XX cuando este arte marcial evolucionó y se le llamó Kinbaku, el arte del bondage erótico que, en occidente, es conocido como Shibari. Al llegar a este término, las ataduras tienen una carga más espiritual que de arte marcial. Si nos vamos a equivalencias artísticas, en el Shibari el cuerpo es un lienzo, mientras que las cuerdas son las tintas y pinceles.

¿Por qué es Kinky?

arte shibari pelirroja

Este arte es Kinky porque, como en el Bondage, habla de una complicidad en pareja que se logra a través de la confianza y de la comunicación. Además, a su manera, enfatiza las formas y las curvas del cuerpo humano y da énfasis en los elementos más sensuales y fuertes, pero también vulnerables, del cuerpo.

Si los nudos se realizan en los lugares correctos, son capaces de estimular ciertas zonas del cuerpo y de aumentar los niveles de endorfinas, por lo que la persona que se encuentra atada puede alcanzar un trance lleno de placer

De verdad es un arte

arte shibari nudos

Cada nudo tiene un motivo y, visualmente, constituye una expresión cultural y estética bastante fuerte, por lo que no es casualidad que su esencia se presente también en escenarios, teatro e, incluso, en televisión. Bueno, eso en Japón. Por ejemplo, la artista Dasniya Sommer es reconocida por combinar Shibari, danza contemporánea y yoga.

Pero no solo es eso, sino que este arte de ataduras ha llegado a un libro llamado The Beauty of Kinbaku, que se limitó a mil ejemplares y ahora es un objeto digno de coleccionistas, pues incluye una serie de fotografías que ilustran un ensayo detallado de las ataduras posibles que, más allá de mantener inmóvil a una persona, le da mayor libertad espiritual.

En lo sexual, la esencia es la misma que en el bondage: explorar los límites como pareja, sentir la adrenalina de estar a merced del otro y atreverse a explorar nuevos escenarios y situaciones. Los puntos a atar de cada persona dependen de la comodidad de cada quien, así como de las partes del cuerpo que se quieran resaltar. 

¡Hazte Kinky!

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