La guía maestra para estimular los senos de tu pareja

4 agosto, 2016 3 mins de lectura
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¡No es tan simple como crees! Dar masajes y estimulaciones increíbles a los senos de tu pareja pueden ser grandes detonadores del orgasmo y coadyuvar a una conexión sensorial profunda, pero como todo requiere su técnica.

Aunque parecieran lejos de nuestros genitales, las boobs tienen una profunda relación reflexológica con las reacciones de nuestro útero, aquel maravilloso túnel que se contrae cuando comenzamos a crear la respuesta orgásmica y, claro, cuando entramos en absoluto clímax. Como parte de la respuesta orgásmica, o sea cuando una mujer llega a ese Gran O, la vagina y el útero crean contracciones rítmicas marcando los picos de intensidad a lo largo de esos 7 segundos promedio que estamos en pleno Nirvana.

Y el secreto de las succiones y caricias orales y manuales en los pezones, areolas y todo el cuerpo del seno está en que estos tienen una conexión que envía reflejos hacia el útero. O sea, cuando succionas los pezones de ella, en automático su cerebro produce oxitocina –una neurohormona que nos permite crear apego y nexo- y como efecto también se producen contracciones uterinas. Por ello, muchas mujeres pueden llegar al clímax sólo con la adecuada estimulación de sus lolas, sin que siquiera pongas un dedo en el clítoris.

Ahora, imagina lo que puede suceder si aplicas grandes estrategias amatorias antes y durante la penetración o la estimulación genital. ¡Una bomba!

Así que pon tus manos y lengua a trabajar para dar un integral momento de delicias para ambos.

  1. Comienza pasando la lengua desde su clavícula hasta el centro de unión de sus pechos y desliza sin detenerte hacia una de sus axilas.
  2. Entre tanto, estimula el otro lado con roces casi imperceptibles (con las yemas de tus dedos), por el mismo borde de la bubi contraria.
  3. Repite cambiando de lado, ahora desliza tu lengua por la que antes acariciaste.
  4. Coloca ambos pulgares en la unión del centro y el resto de los dedos sobre los bordes, como si tus manos fueran las copas de un bassiere (no toques el pezón).
  5. Sube ambos pulgares en dirección a su cuello presionando un poco. Por obviedad, el resto de tus palmas acariciará el pezón y el centro.
  6. Una vez que tus manos cubran el total de ambas lolas, desliza tus dedos de manera radial al mismo tiempo hacia cada uno de sus pezones, (todas tus yemas deberán quedar unidas al centro). Tira ligeramente (por favor, li-ge-ra-men-te) de ambos pezones y regresa por el mismo camino, abriendo de nuevo todos los dedos. Repite.
  7. Continúa con la faena oral: Besa o lame en círculos concéntricos o espirales de afuera hacia adentro. Termina succionando la areola y el pezón. Mueve la lengua a distintas velocidades y sé generoso.

¡Espectacular!