El erotismo en el cine de Luis Buñuel

29 julio, 2019 3 mins de lectura
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Este 29 de julio se cumplen 36 años de la muerte de uno de los cineastas más relevantes de todos los tiempos: Luis Buñuel. Español de nacimiento y mexicano por naturalización (y por amor a este país), Buñuel fue una de las figuras centrales del surrealismo y, como tal, exploró sus formas y temáticas durante toda su vida. Una de esas temáticas tiene que ver con el erotismo en la pantalla grande y es de lo que te hablaremos hoy.

El surrealismo por naturaleza se relaciona con el psicoanálisis, con los sueños y el subconsciente; por lo tanto tiende a explorar lo erótico y lo sexual como parte de los deseos que a veces reprimimos. En ese sentido, aunque nunca de manera explícita o demasiado obvia, Buñuel presenta casi siempre personajes femeninos voluptuosos y sensuales en los cuales vierte su noción de erotismo ligada a lo femenino. 

En la época en que Buñuel dirigía ya comenzaban a verse temas sexuales en el cine; sin embargo, aún era muy cuestionado y hasta mal visto por cierto público. Buñuel se enfrentó a un reto en este sentido cuando se exilió a México pues Europa era más receptiva a estos temas -él incluso exploró una relación lésbica en Belle de jour– y el público mexicano reaccionaba con recelo ante los desnudos y el erotismo. 

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Pero a pesar de eso, se atrevió a filmar películas como Susana (demonio y carne), Abismos de pasión y Viridiana, en las cuales siempre está presente el aspecto erótico puesto en sus personajes femeninos sumamente sensuales (Silvia Pinal interpretó a Viridiana) que en algún punto se enfrentan al conflicto entre sus deseos carnales y obedecer los preceptos morales que la sociedad les impone. 

Susana Buñuel

Probablemente lo que mejor defina al erotismo de las películas de Buñuel es que no era intencionado; es decir, él nunca intentó propiamente hacer películas eróticas y quizá por lo mismo son más eróticas aún (¡paradojas del erotismo!). Él mismo llegó a declarar: “En mis películas no me doy cuenta del erotismo; me quedo admirado cuando leo libros que hablan del erotismo de mis filmes, porque yo no lo veo. No me doy cuenta”.

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