La imaginación: el más Kinky de los sentidos

8 febrero, 2016 2 mins de lectura
Compartir

Ya hemos comentado que para una experiencia más satisfactoria, lo mejor es estimular los cinco sentidos básicos y sólo así lograremos estimular el más importante de todos los órganos, que es el cerebro. Es ahí donde las fantasías nacen y nos permite representar la vida de una forma distinta.

Todos tenemos la capacidad de generar imágenes y pensamientos sexuales que producen sensaciones muy placenteras. Con las fantasías no tenemos límites (descubre las fantasías más recurrentes de ellos y ellas), la creatividad se desborda, todo es posible.

Tener fantasías no tiene nada de extraño o prohibido, aunque en algunas ocasiones, pueda hacerte dudar incluso de tu preferencia sexual o la capacidad de ser fiel y esto puede hacerte sentir culpable o avergonzad@. Despreocúpate, es momento de ejercitar el cerebro, de crear fantasías y recurrir a ellas para elevar la excitación, romper la rutina e incluso rebasar tus propios límites.

Aunque haya amor y tu actividad sexual sea placentera, cuando se matizan por la monotonía, suele provocar una disminución del deseo y de la propia experiencia orgásmica. Las fantasías sexuales sirven para aumentar la excitación, liberarnos y disfrutar plenamente de la relación sexual.

Entonces entendamos cómo la imaginación es el más Kinky de los sentidos. El mejor afrodisíaco que existe es el cerebro, así que a sacar todos esos deseos reprimidos por motivos religiosos, sociales o de índole moral, recurre a tus fantasías para sentir mayor grado de excitación, compártelas con tu pareja y si están listos empiecen a experimentarlas juntos.

En contradicción a lo que parece, a todos nos resulta extremadamente sexy la versatilidad que hombres y mujeres podemos tener en la cama, que despertamos los más intensos deseos de nuestra pareja y somos nosotros mismos quienes podemos hacerlo realidad.

Para lograrlo, primero hay que aceptar la naturalidad de el fenómeno Kinky y que esto no quebranta el amor ni la lealtad, sino que enriquece siempre las experiencias sexuales.

Dale rienda suelta a tu imaginación, donde las fantasías son las pistas que te permite concentrar en las sensaciones placenteras sin censuras, aumentando la excitación erótica.

Dale sentido a los sentidos. ¡Hazte Kinky!

Podría interesarte: El Erotismo, clave del matrimonio