¿Cómo se ve el consentimiento en el mundo del BDSM?

Es una parte esencial de cualquier interacción para promover una cultura de comunicación abierta y de respeto.

27 abril, 2023 3 mins de lectura
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Como bien sabes, el consentimiento es una parte fundamental en el mundo del sexo. Y el BDSM (acrónimo de bondage, dominación, sumisión y masoquismo) forma parte de ese vasto universo sexual, ya que todas las prácticas que se realizan en este ámbito deben ser consensuadas por todas las partes involucradas de manera clara y explícita.

En el BDSM, el consentimiento se podría entender como un proceso continuo de negociación y comunicación entre las personas involucradas, y se considera un aspecto esencial para garantizar la seguridad, la salud y el bienestar emocional de todas las partes.

Para asegurarse de que el consentimiento se otorga de forma consciente y libre, se utilizan diversas herramientas, como acuerdos previos, códigos y palabras de seguridad, limitaciones acordadas y la posibilidad de retirar el consentimiento en cualquier momento. Además, se promueve una cultura de respeto y cuidado hacia las personas involucradas, y se reconoce la importancia de establecer límites claros y de escuchar las necesidades y deseos de cada individuo participante.

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Es responsabilidad de la persona que busca o inicia cualquier actividad sexual –ya sea besar, tocar, penetrar–, obtener consentimiento o permiso. La persona que recibe la actividad sexual nunca puede ser culpada o responsabilizada por las acciones del otro. Por eso, debes asegurarte de que la persona en cuestión sea capaz de dar permiso conscientemente: si está drogada, borracha, durmiendo o inconsciente, no se le estima capaz de dar consentimiento. Y ojo: justificar acciones por medio de dichos estúpidos como “el que calla otorga” y similares, solo demuestra tu falta de responsabilidad y se considera como violencia.

Un ejemplo común en el mundo del BDSM sería el de una pareja que acuerda tener una sesión de bondage y dominación. Antes de comenzar la sesión, ambas partes tendrán una conversación en la que discutirán sus límites, deseos y necesidades. Se establecerán las prácticas que se realizarán durante la sesión, las safewords a utilizar y las limitaciones acordadas.

Durante la sesión, la pareja seguirá comunicándose y ajustando la escena según las necesidades y límites de cada uno. Si en algún momento una de las partes siente incomodidad o desea detener la escena, puede utilizar la palabra de seguridad para hacerlo saber a su pareja, y la escena se detendrá de inmediato.

Después de la sesión, la pareja también puede tener una conversación para discutir lo que funcionó bien, lo que no les gustó y cómo mejorar la comunicación en futuras escenas.

En este ejemplo, el consentimiento se aplica a través de la comunicación y la negociación continua entre ambas partes, garantizando que se respeten los límites y las necesidades de cada uno en todo momento. Justo como debes hacerlo cada que te involucras en cualquier tipo de relación sexual –BDSM o no– con alguien.

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