¿Cómo podemos desmitificar la virginidad?

13 abril, 2023 3 mins de lectura
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Sí, ya estamos en pleno siglo XXI y sigue existiendo gente que piensa que la virginidad es una virtud y la falta de ella un pecado mortal. La realidad es que la virginidad es un concepto socialmente construido desde las creencias religiosas del catolicismo, que ha sido utilizado durante mucho tiempo para medir la pureza y la moralidad de una persona, especialmente en el caso de las mujeres. Sin embargo, es importante desmitificar este concepto y entender que la virginidad no es algo físico o biológico que se pueda medir o verificar para calificar las cualidades de un ser humano.
Para lograr deshacernos de esas ideas retrógradas que ponen el valor de una persona en una relación directa con su sexualidad, es importante abordar algunos de los mitos comunes relacionados con el concepto:

  1. La virginidad no es una prueba de moralidad: La idea de que las personas que han tenido relaciones sexuales antes del matrimonio son inmorales es un mito. La moralidad no se mide por la cantidad de relaciones sexuales que se han tenido. La moral es un concepto mucho más complejo que tiene que ver con los valores y las creencias de una persona en relación con sus prácticas y la congruencia entre ellas.
  2. La virginidad no es una garantía de felicidad sexual: La idea de que las personas que esperan hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales tienen una vida sexual más satisfactoria es un mito. La satisfacción sexual depende de muchos factores, incluyendo la comunicación, el respeto y el consentimiento mutuo.
  3. La virginidad no es igual a la abstinencia: La abstinencia es una elección personal y puede ser una forma válida de expresar la sexualidad. Sin embargo, no todas las personas que son vírgenes lo son por elección propia.

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Para desmitificar la virginidad, tenemos que educarnos sobre la importancia de tomar decisiones informadas y respetuosas sobre la propia sexualidad. Esto incluye hablar sobre el consentimiento mutuo, la prevención de enfermedades de transmisión sexual y el uso de métodos anticonceptivos. Además, es importante fomentar una cultura en la que no se juzgue a las personas por su historia sexual o su identidad sexual. Así que si piensas que las ideas de virginidad impuestas han envenenado tu autopercepción, es el momento perfecto para deshacerte de ellas y comenzar a aprender una forma más humana y compasiva de verte a ti misma.

Desmitificar la virginidad ayuda a que las personas comprendan que la sexualidad es un espectro y que no hay una única forma correcta de expresarla.

Cuando se comprende que la virginidad es un concepto socialmente construido y no una medida de la moralidad o la pureza, puedes enfocarte en aspectos más importantes como la comunicación, el consentimiento, el uso de métodos anticonceptivos y la prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Ojo: la idea de que las personas que han tenido relaciones sexuales son inmorales o impuras puede llevar a la discriminación y el estigma hacia aquellos que no cumplen con estas expectativas. Desmitificar la virginidad ayuda a reducir este estigma y a promover una cultura más inclusiva y respetuosa.

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