¿Quién es el tóxico en la relación? ¿Tú o tu pareja?

28 junio, 2018 3 mins de lectura
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Cuando hablamos de relaciones tóxicas o patológicas es muy difícil decir que solo uno es el tóxico; ¿por qué? Porque en la mayoría de los casos ambos integrantes de la pareja tienen algo de tóxicos o codependientes… por eso siguen ahí. Pero lo que sí es cierto es que normalmente uno de los dos es el que tiene el papel más activo o dominante en esa “toxicidad”; obvio, siempre le echamos la culpa al otro, pero ¿y si eres tú? ¡Descúbrelo ya!

1. Agresividad pasiva 

Hombre pasivo-agresivo

La agresividad pasiva suele manifestarse mucho cuando están en un lugar público o conviviendo con otras personas. Como te da pena sacar una agresividad evidente frente a otros, recurres a la pasividad con comentarios hirientes que, muy comúnmente disfrazados de broma, incomodan a tu pareja y la hacen sentir menos.

2. Críticas constantes

Hombre manipulador

Si te cachas criticando todo el tiempo lo que hace tu pareja, ojo, el del problema puedes ser tú. Tristemente, es muy común observar parejas en donde uno de los dos critica constantemente al otro haciéndolo dudar de sí o sentir mal: “¿te vas a poner eso? ¿Crees que te ves bien así? ¿De qué circo sacaste ese vestido? ¿Ya probaste esta comida que hiciste?”

3. Obsesión por el control

Hombre controlador

La obsesión por el control se manifiesta a través de una necesidad constante de que el otro haga las cosas como YO quiero o como YO considero que es adecuado hacerlas. Una persona controladora también va a criticar constantemente, pero no solo con la intención de exponer o ridiculizar a su pareja, sino con la intención de manipularla para que haga lo que él/ella quiere. 

4. Celos enfermizos

Hombre celoso

¿Te pones celoso si tu pareja habla o sale con alguien más, aun sabiendo que son amigos? No es tan difícil reconocer problemas de celotipia: acusas a tu pareja de infidelidad sin pruebas objetivas (solo con base en tus suposiciones); le revisas su celular, computadora, redes sociales, etc.; le preguntas todo el tiempo “dónde estás”, “con quién estás”, “por qué no has llegado”… ¿Te suenan familiares estas cosas? ¡Alerta, alerta!

5. Victimización absoluta

Hombre víctima

A pesar de ser tú quien cela exageradamente a tu pareja o le hace comentarios pasivo-agresivos, de alguna forma, cuando discuten siempre terminas siendo tú la víctima, la culpa siempre es del otro y tú solo sufres las consecuencias de su “irresponsabilidad”, de su “egoísmo”, de su “inmadurez” o de su “torpeza”. ¡¿En serio?!

Obviamente, tienes que ser bastante autocrítico y maduro para lograr identificar y aceptar que tú eres el elemento primordialmente tóxico en la relación; pero, créenos, si logras hacerlo y ocuparte del asunto, estarás creciendo como persona y estarás facilitando la posibilidad de que tus relaciones mejoren, sean más sanas y gratificantes. 

¿Te atreves?

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