Orbiting: nueva forma cruel de terminar relaciones

18 junio, 2018 4 mins de lectura
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Es indudable que el Internet y las redes sociales han sido determinantes, para bien y para mal, en nuestras relaciones amorosas actuales. El sexo, el amor y la tecnología nunca habían estado tan cerca: el maravilloso Internet ha modificado la forma en que surgen las relaciones amorosas hoy en día y, por supuesto, también la forma en que éstas terminan. 

Por supuesto, como todo en la vida, estas nuevas formas de conectarnos (y desconectarnos) tienen siempre ventajas y desventajas. No todo es 100% para bien ni 100% para mal. La posibilidad de conocer gente de otras latitudes, de conversar con alguien incluso si eres muy penoso, de compartir gustos e intereses desde antes incluso de conocerse en persona… todo esto es maravilloso.

Pero estas virtudes también implican aspectos negativos: la posibilidad de mentir sobre nuestra persona, la falta de cercanía física e intimidad o, como hablaremos el día de hoy, la cruel posibilidad de desaparecer de la vida del otro así como apareciste: de la nada. Hoy te contaremos precisamente de uno de estos tristes usos de la tecnología y las redes sociales para terminar relaciones: el llamado “orbiting”.

¿Qué es el orbiting?

Orbiting redes sociales

¿Te acuerdas cuando te hablamos del ghosting? Esa tendencia para romper relaciones en las que la persona, cual fantasma, simplemente desaparece de la vida del otro, sin previo aviso y sin explicaciones. Bueno, pues el orbiting se parece en que el otro también se va sin previo aviso y sin decirte siquiera que quiere terminar la relación, pero el “orbitador” no desaparece por completo. Te explicamos.

“Orbiting” viene de orbitar, dar vueltas alrededor de algo/alguien sin llegar a tocarlo nunca, siempre de lejos. Por eso se le puso así a esta práctica, porque en el orbiting la persona casi desaparece, peeeeero, continúa orbitando de lejos a su ex pareja a través de las redes sociales.

El “orbitador”, después de haber desaparecido de tu vida, se mantendrá presente a cuentagotas en tus redes sociales: le dará like de vez en cuando a alguna foto tuya, hará retuit de algo que tú pusiste, verá tus historias de Instagram o, incluso, puede dejar algún comentario despersonalizado y ambiguo como un emoticón, un gif  o un “jaja”. No lo hará seguido, pero sí con la frecuencia necesaria para que sepas que está por ahí.

¿Por qué se considera más cruel que el ghosting?

Orbiting obsesión

La parte más cruel del orbiting es que, a pesar de sus apariciones espontáneas en tus redes, en el momento en que tú intentas contactar a tu “orbitador” de forma directa y personal (por DM, inbox o Whatsapp) aplica el ghosting por completo: no contesta ni da señales de vida, como si no existiera. Esto es fatal para quien lo sufre, pues recibe mensajes contradictorios que no le permiten sanar de la relación.

El “orbitador” quiere mantenerse lo suficientemente presente como para que no te puedas olvidar de él/ella; pero lo suficientemente alejado como para que te des cuenta que, por el momento, no quiere nada contigo. Esto causa mucha confusión y sufrimiento en quien lo recibe, se vuelve una tortura: “¿qué quiere? ¿Por qué me da like? ¿Será que quiere volver? ¿Pero entonces por qué no me contesta?” Y así sin descanso…

Si te está pasando o te llega a pasar esto, créenos, lo mejor que puedes hacer por tu salud mental y para lograr sanar tu corazoncito, es bloquear por completo a tu ex de todas tus redes sociales, de manera que no tengas posibilidad de saber de él/ella. Es la única manera de no caer en un círculo de sufrimiento y estrés que no te llevará a nada.

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