Sexiesta: hacer el amor y dormir

18 octubre, 2017 4 mins de lectura
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No es ningún secreto que a muchas personas – hombres y mujeres – les da sueño después del sexo. Los estereotipos dicen que es una actitud predominantemente masculina (ya sabes, mientras ella quiere apapachos, él ya está roncando); pero la realidad es que no se trata de una cuestión de género: también están las mujeres cuya reacción después del sexo es parecida a la de Blanca Nieves después de probar la manzana.

Pero, ¿por qué nos da sueño después de hacer el amor? Muy fácil, es cuestión de lógica y de química. La parte lógica tiene que ver con el cansancio producido por una actividad física intensa; pero la parte química es la más importante: durante el orgasmo producimos un montón de sustancias, entre ellas la oxitocina y la vasopresina, que se asocian a la relajación y la somnolencia; y aunque sí, los hombres son más propensos a ello, las mujeres deberían a acostumbrarse también a hacerlo. Te diremos por qué. 

Beneficios del sueño en tu vida sexual

Según un estudio realizado en la Universidad de Michigan a una población femenina, la relación entre un descanso suficiente y reparador y una buena vida sexual es innegable; de acuerdo a estos investigadores, por cada hora más de sueño, las mujeres aumentaban en un 14% su deseo sexual al despertar. Dicho de forma sencilla: a mayor número de horas de sueño, mayor es el deseo de hacer el amor.

Por si fuera poco, también está comprobado que tomar una siesta diaria de entre 20 y 30 minutos, mejora tu estado de ánimo, aumenta la concentración, mejora tus reflejos y estimula tu creatividad. Todos los anteriores son beneficios que harán de tu vida sexual un completo boom. Ahora piensa, ¿qué mejor que obtener todas esas ventajas con tu pareja recostada junto a ti y con una sesión erótica antes o después de la siesta? 

Hazte adicta a las sexiestas 

Una sexiesta puede darse de diferentes formas: primero hacen el amor y luego se duermen; primero se duermen y hacen el amor al despertar o, la más Kinky de todas: hacen el amor, se duermen y al despertar se echan otro round. Lo mejor es que no sólo se llenarán de placer físico; además, esta actividad es maravillosa para estrechar lazos emocionales pues promueve la intimidad y la ternura en la pareja.

Si ya lo has hecho, no podrás contradecirnos: pocas cosas más deliciosas que dormirte encima de tu pareja – o tu pareja sobre ti – después de un maravilloso orgasmo (si no lo has hecho, ¿qué esperas?); se convierte en un acto sumamente simbólico: la unión física se transforma en unión emocional cuando sus cuerpos desnudos reposan uno junto al otro y respiran acompasadamente durante un tiempo.

También hay pocas cosas tan ricas como que tu chico te despierte con unos deliciosos roces genitales, listo para penetrarte en cuanto abras los ojos. ¿Y qué dices de despertarlo tú a él con tus labios en su pene, dispuesta a hacerle un delicioso oral? Comenzar a excitarse mutuamente mientras están todavía un poco adormilados les regalará algunas de las mejores sensaciones de gozo y cercanía.

¿Qué dices? ¿Ya se te antojó? ¡Atrévete!

Y si comieron fuera de casa y les urge una sexiesta, váyanse directo a un LoveHotel