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Seres con hambre de sexo: íncubos y súcubos

Tal vez has escuchado hablar de esta creencia popular, pero ¿te ha pasado? Te revelamos todo sobre los demonios que gustan de tener relaciones sexuales con los vivos.

26 octubre, 2021 4 mins de lectura
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Si alguna vez te has despertado en el medio de la noche sintiéndote como si estuvieras siendo retenida por algún ser extraño y al mismo tiempo excitada o experimentando orgasmos, es posible que hayas experimentado lo que se llama el fenómeno del íncubo, o si eres hombre, del súcubo.

En las leyendas paranormales, un íncubo es un espíritu –más específicamente un demonio– que se apodera de una mujer, generalmente mientras está acostada en la cama buscando relaciones sexuales. También los hombres pueden sufrir un ataque de este tipo, y en este caso, es cuando el demonio femenino se conoce como súcubo.

Estos conceptos existen desde la Edad Media y se tiene registro de que es más común de lo que pudieras pensar. De hecho, existe un fenómeno relacionado que se conoce como síndrome de la vieja bruja o la subida del muerto, en donde la “víctima” siente la presencia de alguna entidad que yace pesadamente encima de él o ella, dificultando la respiración. ¿Te ha sucedido? En este otro fenómeno, la pesadez puede también ir acompañada de sensaciones de estrangulamiento; sin embargo, la diferencia es que no incluye el componente sexual que el íncubo y el súcubo presentan.

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Durante siglos, se ha dicho que el demonio íncubo acecha a las mujeres que duermen, incluso ha inspirado cuentos en el folclore tradicional y en obras de arte. ¿Sabías que William Shakespeare habla de ello en Romeo y Julieta?

“Esta es la bruja que cuando las criadas se acuestan de espaldas,
    Que les aprieta, y les enseña primero a soportar,
    Haciéndolas mujeres de buen porte “.

Pero, ¿de dónde salieron estos demonios del sexo? Te contaremos lo que sabemos al respecto. Incubus es el que responde al género masculino y gusta de poseer a mujeres durante los sueños para poder embarazarlas y así tener descendencia. Succubus, por su parte, es la contraparte femenina y seduce a los hombres adoptando la forma de una mujer sensual. Cuentan los mitos que la más conocida es Lilith, la primera mujer de Adán que rechazó al dios de la religión judeo-cristiana y por eso se transformó en demonio. Se dice que los hijos que nacen de este tipo de relaciones sexuales son generalmente deformes y proclives al lado oscuro, donde son manejados como marionetas del mal, además de poseer poderes sobrenaturales. El origen de estos demonios sexuales tiene lugar en Mesopotamia, donde existió el primer íncubo, Lilu. Es una contraparte masculina de Lilith, que como te mencionamos previamente, es la primera súcubo de la que se hace referencia. Realmente el incubus y el succubus son uno mismo, lo único que cambia es el sexo del ente. Por ejemplo, se convierten en súcubos cada vez que necesitan semen, su fuente de vida. Pero también pueden convertirse en íncubos y usar ese semen para embarazar a las mujeres con las que se acuestan –se supone que para eso lo hacen–.

Dentro de la psicología se ha tratado de explicar el fenómeno del íncubo y el súcubo en términos de tabúes sexuales religiosos, especialmente en el cristianismo. Incluso, existen métricas de casos tanto de mujeres como hombres que afirman haber sido víctimas de estos demoníacos seres. Sea cual sea la verdad, el fenómeno y sus sensaciones son una realidad que muchas personas experimentan durante su sueño nocturno.

Dato Kinky: La cantante Kesha cuenta con una canción dedicada a este tema, ya que afirma que mantiene una relación sexual con un íncubo. Te dejamos el video con su traducción para que explores la letra.

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Actualmente, con los avances de la psicología, se le atribuye este fenómeno –la sensación de haber sido poseído sexualmente durante el sueño– a algunos trastornos del sueño que no son nada graves. También estamos seguros de que algunas personas ansían encontrarse con uno de ellos para saciar sus más oscuros deseos.

Y tú, ¿has tenido sexo con estos misteriosos demonios sexuales?

¡Dale sentido a tus sentidos!

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