En Japón, doble dosis del Día del Amor

12 marzo, 2017 2 mins de lectura
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Cuando en la década de los sesenta un inteligente vendedor japonés comenzó a convencer a los hombres de regalarles malvaviscos a sus mujeres, no se imaginaba el éxito comercial y mercadológico de sus acciones. Se dice que este vendedor anónimo fue el padre de lo que hoy en día se conoce en Japón como White Day (literalmente, Día Blanco), el equivalente al 14 de febrero en el país del sol naciente.

Y no es que los japoneses no festejen el 14 de febrero, sino que, por si un día no fuera suficiente derroche de cursilería (y de dinero), los nipones dijeron: “¿por qué no un día más?” Esto se explica principalmente por dos motivos: primero, la predilección de esta cultura oriental por todo lo que tenga que ver con consumir, consumir y consumir; así que para ellos perfecto, otro pretexto más para comprar. 

El segundo motivo se relaciona con los roles de género tan definidos que existen en esta cultura: cuando se empezó a celebrar el 14 de febrero, se estableció implícitamente que les correspondía sólo a las mujeres – en su rol de delicadas y detallistas – regalarles chocolates (sí, eso es lo que suelen regalar) a sus parejas. De ahí la gran idea del vendedor de malvaviscos: que los hombres retribuyeran a las mujeres un mes después con malvaviscos.

Por eso se le quedó el nombre de White Day, por los malvaviscos que inspiraron esta festividad. Hoy en día, ya no son sólo bombones, sino cualquier dulce o chocolate preferentemente de color blanco. En Let’s Kinky tenemos dos conclusiones respecto a estas celebraciones; la primera: vender dulces y chocolates en Japón debe ser un excelente negocio durante los meses de febrero y marzo; la segunda: nos urge que nos traduzcan al japonés para enseñarles a festejar con todo el estilo Kinky ¿no creen?

¡Atrévete y Hazte Kinky!

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