3 lecciones Kinky que nos dejó Frida Kahlo

El 6 de julio de 1907 nació en la Ciudad de México -en Coyoacán para ser precisos- la que se convertiría en la artista mexicana más famosa a nivel mundial: Frida Kahlo. Pero su fama no solo se debe a su maravillosa calidad artística, sino al hecho de que tuvo una vida excepcional  y se adelantó a su época como pocas mujeres. Por eso, hoy queremos rendirle homenaje compartiéndote 3 grandes lecciones que nos dejó esta gran mujer.

1. Ante cualquier adversidad, sigue tu pasión

La vida de Kahlo estuvo plagada de adversidades, prácticamente todos lo saben; desde sus 6 años en que contrajo poliomelitis y que la dejó con grandes limitaciones físicas, hasta su terrible accidente a los 18 años en el que sufrió casi 20 fracturas en todo el cuerpo y la llevó a someterse a más de 30 cirugías. Sin embargo, nunca abandonó su pasión, el arte, por el contrario, siempre aprovechó el dolor para ser mejor creadora.

2. Refleja tu esencia interna en tu estilo externo

Cuando piensas en Frida Kahlo, de inmediato piensas en sus tupidas cejas nunca depiladas, en sus trenzas con hermosos tocados, en sus faldas y blusas típicas y en esos chales que resaltaban su mexicanidad. Este estilo suyo reconocido por todo el mundo no es una casualidad, es el reflejo absoluto de quién era ella: orgullosa de sus raíces y fiel creyente de que los cánones de belleza externa no nos definen.

3. Ama todo, con todo tu ser

Si algo podemos decir que Frida Kahlo hizo durante toda su vida fue amar. Nuevamente, ante todo el dolor y el sufrimiento que padeció, se aferró al amor con todas sus fuerzas, y no solo nos referimos al famoso amor que le profesaba a Diego Rivera; ella amaba a Diego, pero también amaba el arte, la naturaleza, a sus amigos, la igualdad, su individualidad y, para resumir, la vida. Frida amó la vida al máximo y por eso su legado es hoy inextinguible.

¡Atrévete y, como ella, Hazte Kinky!

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