Amor, trabajo y sexo

19 noviembre, 2017 3 mins de lectura
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Siempre te hemos dicho que, para nosotros, uno de los mayores retos de una persona Kinky es encontrar la armonía y el equilibrio en su vida. ¿Es fácil? Para nada; de hecho es una de las mayores luchas cotidianas del ser humano. Y de entre todos los aspectos que nos constituyen, hay dos que, desafortunadamente siempre han sido vistos como cosas irreconciliables: el amor y el trabajo. O eliges uno o eliges el otro; nunca ambos.

Estamos en una sociedad en la que, aparentemente, debes elegir cuál de los dos privilegiar: “¿Quieres ser un profesional exitoso? ¡Olvídate del amor o de formar una familia! ¿Quieres tener una relación de pareja próspera y satisfactoria? ¡Olvídate de tu crecimiento profesional!” En Let’s Kinky tenemos la convicción de que no tiene por qué ser así, creemos que sí se puede lograr un equilibrio entre el amor y el trabajo. 

Para eso, te queremos dar unos consejos sencillos pero importantísimos; si los sigues, verás que el conflicto empieza a desvanecerse y serás capaz de gozar al máximo tanto de tu amorcito como de tu chamba. Primero que nada, aprende a separar tus horas laborales de tus tiempos libres: no te lleves trabajo a casa; aunque te cueste trabajo o tengas que salir un poco más tarde de la oficina, una vez que estés con tu pareja olvídate de lo laboral.

Asimismo, cuando estés en juntas de trabajo o en la oficina, enfócate al 100% en las metas por cumplir, en tus objetivos profesionales y en el camino que debes seguir para llegar a ellos. Esto lo podríamos reducir en una frase: concéntrate en el presente. Tu pareja merece toda tu atención cuando están juntos; así como tus colegas, jefes o subordinados merecen que les dediques todo tu interés.

Pero lo más importante de todo: haz el amor. ¡De veras! Mantén la llama encendida con tu pareja, rompan la rutina, comuníquense, experimenten y hagan que su vida sexual sea la más satisfactoria. Sentirte pleno sexualmente no solo te llenará de energía positiva y buena vibra, sino que, al sentirte feliz, reducirás tus niveles de estrés y serás mucho más productivo en tu trabajo. Como ves, si te sientes pleno en un aspecto, te será más fácil disfrutar del otro.

¡Hazte Kinky!

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