Despierta al niño que llevas dentro

Dicen que dentro de cada adulto vive escondido un niño que no acaba de morir. Redescubre ese niño con deseo de dar y recibir amor.

24 abril, 2016 3 mins de lectura
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Si algo tenemos que admirar en los niños es su capacidad infinita de ser curiosos, de inventar, de disfrutar cada momento sin pensar que eso puede terminar o que es irrepetible.

La sociedad obliga al adulto a dormir la esencia del niño interior y esto se lleva más aún en temas de pareja y en el terreno sexual. A pesar de que el sexo es una actividad propia de adultos, por el simple hecho de la responsabilidad que lleva tal acto, no implica limitar sueños y fantasías, involucra mantener viva la imaginación, crear, preguntar e inventar.

¿Cómo llevar ese dichoso niño al terreno adulto en pareja?

Las bondades de sacar el niño que llevamos dentro en nuestra relación de pareja involucra vivir en plena confianza, creando personajes, escenarios, gozar de sonidos, colores, olores… una actitud abierta a la vida. Por tanto, en una mente cerrada no entra el placer, dejamos de soñar, porque “los adultos deben vivir con los pies en la tierra”. No estamos hablando de ser inmaduros en las relaciones interpersonales, significa darnos la oportunidad de apreciar la vida desde una perspectiva más auténtica.

Sacar al niño interior en una relación de pareja, no es más que permitir esa parte ingenua e inocente, que se maravilla con las cosas más sencillas de la vida, que es alegre y entusiasta, es el conjunto de todas nuestras potencialidades en el estado puro.

Por un momento, lleva todos estos valores a tu relación en pareja, no importa si la acabas de conocer o tienes muchos años con ella. Atrévete a despertar ese pequeñín que haz dormido, conoce nuevos lugares, nuevas caricias, nuevas palabras y aprécialos tal como en tu infancia. Te darás cuenta que puedes repetir lo mismo en innumerables ocasiones y encontrar un nuevo atractivo cada que lo vuelvas a hacer. El mejor antídoto para la monotonía.

Deja salir esa infinita capacidad de sonreír, reconoce a ese niño, vive espontáneamente, que no te preocupe el tiempo y disfruta a plenitud minuto a minuto, que a veces, olvidamos al llegar a la adultez. Con este nuevo pensamiento, ¿cómo vas a dar y recibir amor hoy?

¡Hazte Kinky!

Ahora que sabes la importancia de mantener viva tu imaginación en la relación, te invitamos a leer Juegos de Rol: disfrázate sólo para él