Sexo ecológico: ¿placer y conciencia ambiental?

No es broma. No sabemos a quién se le ocurrió, pero es real: si navegas por internet, encontrarás todo acerca de esta nueva tendencia llamada sexo ecológico, incluso hay quienes se proclaman con orgullo “ecosexuales”; claro que como es un término de reciente invención, no todas las fuentes se ponen de acuerdo respecto a lo que es y puedes encontrar desde planteamientos muy interesantes hasta otros algo exagerados.

En algunos portales se plantea la premisa de “llevar una vida sexual más natural”, lo cual suena un poco extraño y hasta redundante: ¿Qué es eso de vida sexual más natural? ¡Si el sexo es lo más natural que hay, no puede ser “más natural”! Sin embargo, investigando más, vemos que se trata de cosas como elegir lubricantes o aceites de masaje ecológicos (no derivados del petróleo) y biodegradables, o comprar LoveToys hechos con materiales reciclables. Eso ya suena más lógico y atractivo, ¿cierto?

También se habla de que los ecosexuales son personas que se preocupan por el cuidado del medio ambiente y, por lo tanto, buscan que esto también sea una prioridad para sus parejas; así, juntos pueden hacer cosas por el planeta mientras disfrutan su sexualidad, por ejemplo: bañarse juntos para ahorrar agua (y aprovechar para erotizarse enjabonando sus cuerpos), comer frutas – sobre el cuerpo del otro – sin transgénicos ni pesticidas, o hacer el amor sobre sábanas hechas de fibras naturales y no sintéticas. 

A todo eso, nosotros podríamos agregar algo que, además, le pondrá un toque de adrenalina y diversidad a su vida sexual: ¿qué tal hacer el amor en un entorno natural? Puede ser en el bosque que rodea la cabaña en la que pasarán el fin de semana, o en el jardín de su casa recargándose en un árbol; eso sí, mucho ojo con que no los vayan a cachar, no querrán terminar su noche en una patrulla, ¿verdad?

Más allá de que el término sea una cuestión de moda o de que ahora todo se quiera vender como ecológico, las ideas que propone el sexo ecológico nos parecen geniales, ¿por qué? Porque recordemos que Ser Kinky no es sólo tener una vida sexual satisfactoria, es una actitud de vida que implica también ser responsable con nuestro entorno. Así que ¡cuidemos nuestro planeta!, es el único que tenemos y si nos lo acabamos, ¿dónde más haremos el amor?

¡Hazte Kinky!

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