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Este cuento sí tiene un final feliz

15 agosto, 2016 3 mins de lectura
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¿Sabías que uno de los mejores regalos que le puedes dar a tu pareja es un masaje? Así como lo lees, en un ambiente tan agitado como el nuestro es difícil conseguir unos minutos de descanso y relajación. Sin embargo, hay actividades sencillas que permiten lograrlo. Una de las más efectivas que se emplean para liberar el estrés es el masaje, pues permite sacar las tensiones del cuerpo y relajar la mente.

Si últimamente has visto a tu pareja muy estresada y cansada, esta actividad puede ser la solución, lo mejor de todo es que este tipo de masajes son más íntimos y sensuales que los comunes. Eso significa que puedes “matar dos pájaros de un tiro”: liberar del estrés a tu pareja y darle una arrebatada sesión de sexo. En conclusión, un merecido masaje con final feliz.

¿Quieres aprender a darlo? Checa estos pasos Kinky:

Prepara el lugar y el ambiente. Ya sea en la sala, en la recámara o un lugar amplio, asegúrate de que esté limpio y ordenado. Cierra cortinas, compra velas, incienso y coloca una toalla en una superficie cómoda. No olvides seleccionar un playlist ensual y relajante.

Elige el outfit correcto. Deja una toalla cerca para que la ocupe tu pareja cuando se quite la ropa, crea misticismo. Después tu trabajo será quitársela durante el masaje de manera lenta y seductora. En tu caso, si eres mujer, usa lencería sexy y atrevida y una bata que cubra la sorpresa; si eres hombre, no uses nada y cúbrete con una bata.

Ve en busca de un aceite. Elige un aceite que refleje la atmósfera que quieres crear o uno que tenga un aroma que le guste a tu pareja; cítrico, dulce, herbal… tienes varias opciones. Este producto permite que tus manos se deslicen con facilidad durante el masaje.

Dale el masaje. Ya que tu pareja esté recostada, inicia con el masaje. Calienta el aceite en tus manos y después ve directo a la espalda. Utiliza palmas y dedos para delinear el contorno de su cuerpo. Cambia los movimientos y juega un poco, quítale la toalla y hazle creer que llegarás a los genitales. Recorre todo su cuerpo y añade unos ricos besos.

Seduce. Después de la sesión de masaje, dile adiós a las batas. Acerca tu cuerpo desnudo al suyo y besa su espalda. Harás que no se resista más y te haga el amor como nunca.

Túrnate con tu pareja y deja que también te consienta con uno de estos masajes. Desconéctate de la rutina diaria y de todas las preocupaciones que te rodean. Junto a tu pareja evitarás que las tensiones se vayan acumulando en sus cuerpos y le darás un nuevo giro a tus encuentros sexuales.

¡Hazte Kinky!

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