Diferentes técnicas de penetración: aprende a incrementar el placer

31 agosto, 2016 5 mins de lectura
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Señores, ya basta de tener penetraciones simples, muy ‘a la porno’, entra-sale y se acabó. Y no porque esto sea (sólo) una súplica femenina por ser exploradas de manera integral al interior de nuestra vagina, sino porque ustedes tendrán un gran provecho con ello: al fin podrán experimentar el verdadero potencial sensitivo de las distintas porciones de su pene. Ahora sí sabrás todo lo que puedes sentir, lo único que necesitas es rediseñar tu técnica de penetración.

Ahora sí, platiquemos sobre perfeccionar sus puntos de penetración, es decir, identifiquen a qué distancia del vestíbulo vaginal perciben un mayor placer al estímulo y, claro, la distancia o punto al que su pene siente una mayor presión ante las contracciones vaginales (voluntarias) que ella aplique. Puede ser que les resulte más placentero sentir su pene a fondo o en entradas continuas penetrando poco a poco hasta la mitad o incluso yendo sólo un poco más allá del glande.

Como saben, el órgano sexual de una mujer no es su vagina, sino su clítoris. La vagina es nuestro órgano reproductor; es decir, el órgano que nos permite llegar al orgasmo no es la vagina, sino el clítoris: éste es el vehículo exclusivo a través del cual entre el 70 y el 80% de las mujeres llegan al orgasmo. El resto reporta lograrlo ocasionalmente por simple penetración y se ha encontrado que precisamente se debe a la estimulación del clítoris en su parte interna. No hay que perder de vista que lo que vemos es apenas la quinta parte.

Pero por otro lado, la mayoría de las mujeres identificamos zonas dentro de la vagina durante la penetración que nos parecen más placenteras que otras. Perfeccionar el punto de penetración requiere dos aspectos importantísimos: que ella se conozca y comunique y que tú dejes atrás tus patrones de penetración, que por lo regular suelen ser a un mismo ritmo (casi frenético bloqueando la poca sensibilidad de las paredes vaginales por sobre estímulo), sin variación de profundidades ni distancias y sin giros de cadera, que es lo que permite explorar durante los embates los puntos de mayor sensibilidad.

Cada mujer posee un “mapa vaginal”, pero la convergencia sigue alrededor de la Zona G (antes llamado punto G), que no es más que un área que se presume más sensible que el resto de las paredes vaginales, detrás del hueso púbico, por así decirlo en la pared anterior (en dirección al ombligo). A esta zona también se le atribuye la eyaculación femenina como producto de la presión que ejerce sobre las glándulas de Skene que promueve que dicho fluido salga disparado por la uretra.

Pero volviendo al perfeccionamiento de los embates, lo ideal es elegir una postura que genere libertad pélvica a ambos, como la postura de cuatro puntos o perrito – que además promueve que el pene tope más directamente en la llamada Zona G -, o bien alguna que le permita a ella elevar la cadera, así puede favorecer la presión hacia tu pene y tú podrás explorar con facilidad sus paredes vaginales. Ya encontrarán las más favorables según sus mapas, lo importante es insistir sobre la zona o zonas que les resulten más agradables.

Prueba penetrar muy lentamente, como si fueras en cámara lenta.

  1. Mueve tu cadera hacia cada lado como un péndulo, y ve avanzando. Prueba la sensación apenas penetrando con el glande, luego un poco más y así hasta llegar al fondo.
  2. Crea círculos o elipses en ese mismo movimiento lento hasta profundizar.

Ahora varía el ritmo, es decir, entra lentamente y sal rápido o viceversa. Varía los movimientos pélvicos y verás que encuentras combinaciones que a cada uno o a ambos les resultan deliciosas. Insiste e insiste y, ahora sí, aumenta la velocidad hasta lograr un ritmo que te ayude a eyacular. De este modo, verán que el orgasmo surge de un modo multifactorial, tanto por la estimulación externa del clítoris (el cual no deben olvidar) como por su excitación interna mediante los embates del pene.

Notarás –SÚPER IMPORTANTE- que con esta técnica de penetración lograrás mejor control eyaculatorio porque mantendrás mayor contacto con tus sensaciones y podrás manipular tu punto de no retorno, o sea, podrás identificar mejor cuando estás a punto de terminar y controlarlo.

¡Disfruten!

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