¡Mírame, respírame, deséame!

1 junio, 2016 4 mins de lectura
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Los párpados ligeramente caídos caracterizaban su enigmática mirada, sus sensuales labios semiabiertos hipnotizaban a quien se atreviera a mirarla, su mentón ligeramente proyectado hacia arriba revelaba esa inmensa seguridad mezclada con una pizca de arrogancia que la volvía irresistible. Marilyn Monroe fue, indudablemente, el mayor símbolo sexual de los cincuentas y hoy cumpliría noventa años, por lo que lo celebramos con todo el estilo Kinky.

¿Por qué Marilyn atrapaba todas las miradas, por qué cautivaba a hombres y mujeres por igual? Más allá de un rostro y un cuerpo – que indiscutiblemente eran bellísimos – Monroe era presencia, seguridad, determinación y confianza; en una palabra: actitud. Sabía aprovechar sus características físicas y potenciarlas gracias a su mente, es decir, sabiéndose la mujer más sensual y deseada. Es momento de que te vuelvas todo un sex-simbol, no necesitas ser perfecta ni famosa, sólo necesitas creértelo.

  1. La mirada lo dice todo

    La primer señal de seguridad está en tus ojos. No hablamos necesariamente de algo material; claro que puedes maquillarlos y acentuarlos, pero la mirada es algo más profundo y revelador: ve a los demás a los ojos y sostenles la mirada, eso manifiesta tu fuerza y confianza internas. Con tu pareja, prueba a clavar tus ojos en los suyos durante los juegos previos e incluso durante el encuentro sexual, pídele que te observe y que no baje los ojos, ¡te sorprenderá el desenlace!

  2. El cuerpo más allá del espejo

    Uno de los temas más difíciles para la mayoría de las mujeres: aceptar su cuerpo y reconocerlo como una maquinaria cuya perfección no tiene nada que ver con los kilos o con un abdomen plano; aunque suene a cliché, lo repetimos pues aún cuesta entenderlo: tu cuerpo es perfecto por lo que es capaz de hacer, no por su aspecto externo. Por supuesto, puedes entrenarlo, resaltarlo y escoger ropa que se adapte a tu complexión y que te haga sentir mejor, pero nada de lo anterior servirá si no entiendes tu perfección interior.

    Iniciativa: ¡decide y actúa!

    Una mujer con iniciativa no espera a que su pareja proponga el plan del fin de semana o dé siempre el primer paso en términos sexuales; cuando quiere algo lo manifiesta sin tapujos y va por ello aun si esto implica desafiar normas o convenciones. Una mujer decidida y segura no le teme a la soledad, al contrario, valora su independencia y sabe que no depende en ningún aspecto de su pareja; esto, aunque no lo creas, es inmensamente atractivo para cualquier persona con cierto nivel de inteligencia y madurez.

  3. Inteligencia y cultura

    Destruyamos la torpe creencia que contrapone belleza e inteligencia como si fueran cosas irreconciliables e incluso opuestas. ¿Sabías que Marilyn Monroe era una ávida lectora y amante de la pintura española? No hay belleza externa que pueda competir con el encanto de una mujer inteligente que siempre tiene tema de conversación y sabe que Borges no es lo mismo que Borgues. Cultiva tu mente y tu espíritu a través de libros, pinturas, documentales, música… Créenos, proyectarás mayor seguridad y atractivo.

Aunque no existe ningún manual de actitud, sí hay ciertos atributos que caracterizan a una mujer que deslumbra y conquista a dondequiera que vaya y no, no es ni un cuerpo perfecto ni un maquillaje impecable ni un rostro sin defectos. Si observas algunas de las fotos de cuerpo completo de Monroe, te darás cuenta de que su cuerpo no se ajusta en lo más mínimo a los cánones actuales de belleza física; sin embargo, sigue siendo considerada una de las mujeres más bellas de todos los tiempos. No es cuestión de físico, es cuestión de actitud, ponla en práctica y… ¡Hazte Kinky!

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