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Resulta normal que a lo largo de la vida te enfrentes a diferentes tipos de situaciones que puedan repercutir en el sano desarrollo de tu sexualidad pues, en su mayoría, los altibajos y los cambios en la libido o la vida sexual suelen estar relacionados con causas o motivos psicológicos, que van de la mano con situaciones cotidianas como el estrés, la familia, el trabajo y hasta las finanzas.
Sin embargo, los trastornos sexuales son problemas mucho más complejos y que afectan profundamente tanto a quien los padece como a la relación de pareja, generando inseguridad, ansiedad e insatisfacción. Afortunadamente, la mayoría de los problemas sexuales tienen causas psicológicas y se pueden solucionar recurriendo a la terapia sexual. ¡Conoce algunos de los problemas más comunes!
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1. Disfunción eréctil
En algunas ocasiones, este problema suele estar relacionado con situaciones emocionales, por lo cual es importante acudir con un especialista que te ayude a solucionar o evitar la disfunción eréctil.
2. Eyaculación precoz
Es cuando la eyaculación se produce demasiado rápido, incluso, antes de llegar a la penetración o poco después de penetrar. Para controlar la eyaculación, es necesario contar con el conocimiento adecuado respecto a la función sexual de tu cuerpo, por lo que la terapia sexual resulta altamente efectiva.
3. Disminución en el deseo sexual
Un problema que afecta tanto a hombres como mujeres es la falta de apetito sexual, y aunque pueden ser muchas las causas de esta situación, una buena comunicación en pareja ayuda a identificar los motivos del problema y, en su mayoría, solucionarlo.
4. Incapacidad orgásmica
Pese a mantener relaciones sexuales satisfactorias o placenteras, no poder llegar al clímax resulta un problema de lo más común dentro de la población de mujeres sexualmente activas a nivel mundial, de manera que, en muchas ocasiones, asistir con un sexólogo o un terapeuta sexual es la mejor opción para tratar estos casos.
5. Anorgasmia selectiva
Suele suceder cuando no se logra alcanzar el orgasmo con una persona en específico, pero sí con otras, o bien, únicamente se llega al clímax mediante la masturbación. Esta condición se relaciona tanto con componentes emocionales como físicos, dependiendo de la situación.
6. Incapacidad eyaculatoria
Aunque parezca difícil de creer, algunos hombres pueden presentar dicho problema como consecuencia de ciertos miedos relacionados con la salud o el desarrollo de su vida sexual, por ejemplo, pensar en embarazar a su pareja o contraer algún tipo de enfermedad.
7. Falta de información
Acudir a un sexólogo o terapeuta sexual ayuda a que te mantengas bien informado y aclares tus dudas en cuanto al sano desarrollo de tu vida sexual. Permite que tengas la asesoría correcta para vivirla libre y plenamente.
8. Dolor en la penetración vaginal
Ya sea por problemas emocionales (ansiedad, experiencias previas traumáticas o un déficit en educación sexual,) el dolor por penetración vaginal interfiere en el placer de la relación y, por ende, dificulta el coito. También puede deberse a una falta de juegos precoitales o suficiente excitación y lubricación al momento de la penetración.
9. Vida sexual después de una enfermedad
Acudir a terapia, te ayuda a conocer mejor las alternativas y tratamientos que mejor te convienen para retomar tu vida sexual después de haber padecido alguna enfermedad o incidente que repercutiera en el pleno desarrollo de tu sexualidad.
10. Replantea tu relación
Asistir a una terapia sexual puede ayudarte a hablar abiertamente de los aspectos que deseas mejorar en tu vida sexual de pareja. Por ejemplo, a través de críticas constructivas y el planteamiento de peticiones concretas y alternativas.
11. Mejora de tus relaciones sexuales
Dentro de los beneficios de asistir a una terapia sexual se encuentra el poder obtener nuevas ideas y consejos para mejorar tu intimidad, tanto a solas como en pareja, pues ofrece alternativas eróticas que te ayudan a disfrutar de una sexualidad mejor y más sana.
12. Aversión al sexo
Las personas que padecen este trastorno rechazan cualquier tipo de contacto sexual con su pareja, sobre todo, el contacto genital. En muchos casos el origen de esta disfunción se debe a experiencias traumáticas, las cuales hacen que la persona desconfíe y experimente un profundo miedo a mantener contacto íntimo.
13. Adicción al sexo
Se trata de una obsesión con la relación sexual, al grado que dichos pensamientos absorben gran parte de su vida, interfiriendo en el trabajo, los estudios o las relaciones interpersonales. Esta adicción puede conducirlos a asumir conductas sexuales de riesgo que después generan un profundo sentimiento de culpa y les hace caer en un círculo vicioso que eleva su deseo sexual desmesuradamente.
14. Superación de un evento traumático
El aspecto sexual también forma parte de la identidad, por lo que un trastorno en este ámbito puede provocar un profundo cambio en la autoimagen, e incluso, puede acarrear daños en la autoestima, afectando directamente el desempeño sexual y la capacidad para dar y recibir placer sexual a través del coito.
15. Daños en la relación de pareja
A menudo, los problemas sexuales acarrean dificultades en la pareja, casi siempre debido a la falta de comunicación. Quien sufre algún tipo de problema, puede sentirse avergonzado e inseguro y no querer compartir estos sentimientos con su pareja, lo cual suele generar un distanciamiento emocional, por lo que no es extraño que los problemas sexuales a veces conduzcan a la separación.
Mejora tu rendimiento sexual, olvídate de los tabúes y recuerda que para llevar una vida plena, debes cuidar de todos los aspectos que la conforman, incluyendo el desarrollo de tu sexualidad, pues dicho ámbito resulta tan importante como el resto de los otros, déjate asesorar por los expertos en este tema y disfruta como nunca.
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