Tips Kinky para darle sabor al misionero

23 agosto, 2018 3 mins de lectura
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Todo acto sexual en la cama y sin tantas prisas, va acompañado de una posición en específico que muchos han disfrutado: el misionero. Esta postura sexual resulta ser una de las favoritas al tener una buena cantidad de variaciones que garantizan placer en quien la práctica. Para comprobarlo, de acuerdo a un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine, esta es la posición preferida en el 33% de las mujeres.

Si se deja de lado lo convencional y la sencilla acción de penetrar repetidamente sin mayor intención e interés en su placer, se obtiene una exploración de sensaciones y terminales nerviosas que conducen a potenciales orgasmos y hacen vivir el buen sexo. Es momento de comenzar a aprovechar sus beneficios dándole algo de sabor para hacerla una de sus posiciones favoritas. No se van a arrepentir de darle un giro a esta conocida postura sexual.

Usen el oído

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El placer también sale de la lengua y entra por las orejas de ambos con este truco. Hablarle cerca y despacio al oído, es un buen estimulante para no bajar la temperatura. Aquí lo ideal es hablarle sucio o repetirle lo mucho que te encanta la forma en la que se mueve. No se necesita hacer algún movimiento especial en la penetración, únicamente con las palabras que salgan de tu boca harás el momento mucho más excitante.

Que ella intercale posiciones

El hombre es el que está arriba y lleva el ritmo, pero eso no significa que ella no pueda hacer movimientos que ayuden al placer. Colocando una pierna sobre el hombro de él y dejando la otra pierna relajada, para intercalar la posición entre piernas conforme al ritmo, se genera una inexplicable fricción y placer en ambos

Ir a lo profundo

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No hay hombre que no se resista a una postura en la que lleva el control, penetra con profundidad y se da algo de sumisión. Si ella lleva ambas rodillas al pecho, hará contacto con el pecho del hombre, provocando que el pene esté en contacto directo con el de ella para otorgarle grandes niveles de placer.

Piernas abrazadas a la cadera

Si ella abraza la cadera de él en esta posición, ella tendrá una mayor libertad de movimientos circulares y laterales que estimularán sus paredes vaginales. Esto generará contracciones que ambos disfrutarán.

Como podrás darte cuenta, esta posición es mucho más que ella acostada y él moviéndose. Con estos consejos, harás la sesión mucho más placentera, íntima y orgásmica. 

¡Atrévete y Hazte Kinky!

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