Cosas Kinky que puedes hacer mientras ella está arriba

No existe un hombre en el mundo que no encuentre atractivo tener a una mujer justo arriba de él. Que ella tome el control de la situación estando encima para dominar sus movimientos, es una de las experiencias con las que todo hombre sueña. Es la oportunidad de cumplir fantasías y apreciar la belleza y sensualidad de una mujer con iniciativa.

Un momento como ese, resulta tan excitante, tan benéfico e íntimo, que hay que saber sacarle provecho y hacerlo de forma correcta. No se trata de tener a una mujer sobre ti y dejar que ella se encargue de todo el trabajo o que sea responsable del placer de ambos. Hay acciones bastante Kinky que suman esfuerzos para obtener orgasmos, que hacen el momento mucho más excitante y que de forma indirecta te hacen adueñarte de la situación para tener todo bajo control. 

Sabiendo bien qué hacer cuando la tengas encima, tendrás un increíble momento de intimidad que vas a querer repetir. Deja que ella te monte y responde como el noble corcel que eres.

Indica el ritmo

Una sutil forma de llevar el control desde tu posición y que ella disfrutará al máximo, es indicarle el ritmo de los movimientos. Esto lo puedes hacer sujetando firmemente su cadera e indicando con presión si hay que bajar o aumentar la revolución de los movimientos. Ella lo notará de forma inmediata y te agradecerá el poder sexual del tacto.

Por si fuera poco, si ambos logran estar coordinados y al mismo nivel, las posibilidades de terminar en conjunto y a la misma intensidad, aumentan. 

Dile cuánto te gusta tenerla así

Ella estará haciendo gran parte del trabajo y tu deber es complementar con motivación. A ella definitivamente le encanta estar arriba y encontrará excitación cada que menciones cuánto te gusta verla arriba de ti y cuánto aprecias la vista desde el ángulo que tienes.

Recorre con la mirada todo lo que esta posición ofrece y nárrale a detalle el placer visual que obtienes. Ella se prenderá de forma simultánea. 

Échale una mano (o las dos)

Claro está que tu deber es complementar sus movimientos y no dejarle todo el esfuerzo con el fin de ambos obtener placer, sin embargo, con echarle una mano nos referimos a que tus manos deben estar por toda su piel y cada centímetro de su cuerpo para agarrar todo lo que se ponga a tu paso.

Tus manos están en libertad y no se te debe pasar la oportunidad de ponerlas por todos lados. En algún momento, encontrarás un punto que le da bastante placer y ahí debes quedarte por un rato. Sus ojos serán la clave de cuánto le gusta que estés ahí.

Aprovecha el momento rudo

La parte romántica de tenerla encima está muy bien y todo, pero no hay como aprovechar la situación y darle un giro sacando ese lado rudo con tintes Bondage que pone todo en un mood bastante sensual y fuera de lo normal.

Desde esa posición en la que podría parecer que estás siendo sometido, puedes ser tú el que domina. Apretando ligeramente su cuello, la excitaras bastante. Sosteniendo fuertemente sus glúteos y dando nalgadas, subirás bastante el tono de la relación. Dejando marcas en su espalda, habrá un gran recordatorio de lo buena que estuvo la sesión. 

Ya es momento de dejar atrás los estereotipos y prácticas comunes para comenzar a buscar aquellas que sean responsables de una gran cantidad de placer en la vida sexual de ambos. Teniéndola a ella encima y usando todos tus sentidos, el momento será inolvidable.

¡Hazte Kinky!

Ahora que sabes qué hacer teniéndola arriba, tienes la excusa para subir poco a poco la temperatura y aprovechar esta Guía Kinky para un buen spanking