¡El trabajo me quita el deseo sexual! ¿En serio?

22 noviembre, 2017 4 mins de lectura
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“Me duele la cabeza de tantas presiones en la chamba”. “No, no, lo único que quiero es dormir, el trabajo me trae muerta”. ¿Alguna vez has dicho o pensado algo parecido para justificar tu poco deseo sexual? Si eres una mujer que trabaja, es muy probable que tu respuesta sea “sí”. Por lo tanto, es probable también que en algún momento te hayas preguntado si tu trabajo está afectando tu libido y, en consecuencia, tu vida sexual. 

Antes que nada, tenemos que aclararte algo: el trabajo en sí no tendría por qué afectar tu deseo sexual. Es más, como lo hablamos en el artículo “Amor, trabajo y sexo”, si trabajas en algo que te gusta y te sientes feliz, tu vida sexual debería ser mejor. Entonces, no es el trabajo, son más bien distintas circunstancias alrededor del trabajo las que pueden ocasionar baja en tu libido y hasta problemas de pareja. Te diremos cuáles son las más comunes para que puedas evitarlas.

1. Estrés derivado del trabajo

Trabajo estrés

Mientras que el trabajo puede ser un vehículo de satisfacción personal y hasta un generador de energía vital, el estrés sí puede ser el responsable de disfunciones sexuales. Estamos de acuerdo en que todo trabajo tiene picos de estrés que son incluso positivos para la productividad; pero cuando el estrés y la tensión se vuelven cotidianos, es momento de que tomes cartas en el asunto (si no quieres terminar enferma o peleada con medio mundo).

Normalmente, el exceso de estrés laboral se relaciona con el exceso de responsabilidades. Ojo, dijimos EXCESO. Es maravilloso tener responsabilidades, pero también hay que aprender a delegar e incluso a decir NO cuando sentimos que no podremos con la carga. Recuerda que tu salud y tu plenitud son primero que cualquier ascenso o aumento; así que aprende que no eres Superwoman y se vale decir no. 

2. Trabajar en algo que no te satisface

Trabajo frustrante

Trabajar en algo que no te gusta o, peor aún, que detestas, te llevará sin dudarlo a dos cosas: insatisfacción y frustración; mismas que se verán reflejadas en todos los demás aspectos de tu vida, incluida la cama. Por eso, si no estás disfrutando tu chamba, piensa seriamente en buscar otra cosa que te llene, incluso si el sueldo es menor; te aseguramos que tu plenitud sexual y emocional no tiene precio ni salario que le llegue.

3. No dejar el trabajo en el trabajo

Trabajo en casa

Ahora, si ya analizaste lo anterior y has decidido que sí disfrutas tu trabajo; si también ya estás empezando a poner límites y a no decir que sí a todo lo que te pidan, entonces el problema puede ser otro: que te lleves el trabajo a casa. Si mientras estás cachondeando con tu pareja, de pronto piensas en el informe que no has entregado o en los pendientes laborales del día siguiente, mucho ojo, eso puede bajar la calentura en segundos. 

Así que, aunque tengas mil pendientes, tienes que hacer una labor consciente para enfocarte en el presente y disfrutarlo; de otra forma, no serás capaz de gozar con todos tus sentidos, incluso podrías ser incapaz de llegar al orgasmo por estar pensando en otras cosas. Estás con tu pareja, olvídate del mundo y disponte a gozar; los pendientes estarán ahí al día siguiente y entonces los resolverás. 

4. Trabajo en riesgo o desempleo

Sin trabajo

De todos los motivos laborales que pueden afectar tu vida sexual, éste es quizá el más válido y complejo, ¿por qué? Porque es normal que si temes perder tu chamba o llevas meses desempleado, tus preocupaciones cotidianas aumenten (la renta, los pagos, las colegiaturas, etc.). Sin embargo, preocuparte no te llevará a nada; mejor imponte un plan de acción y déjate consentir por tu pareja, ya que si estás sexualmente plena, irradiarás una energía más positiva y probablemente encuentres una solución más rápido.

Como puedes ver, el trabajo en sí no es responsable de nada. Si tu libido anda baja, no le eches la culpa a la chamba, mejor piensa qué actitudes laborales puedes cambiar para no vivir estresada o frustrada; también piensa si las cosas con tu pareja andan bien en otros sentidos, pues esto también podría ser un factor definitorio. Recuerda que la actitud Kinky se trata de buscar un equilibrio entre los muchos aspectos de tu vida, incluido el laboral.

¡Hazte Kinky!

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