Lo que pasa en tu cuerpo después de una ruptura

6 septiembre, 2017 4 mins de lectura
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La ruptura de una relación es uno de los procesos más difíciles y dolorosos, sobre todo si se trató de una relación realmente significativa. En este caso, nuestro cuerpo manifiesta el dolor de muchas formas distintas, no solo a través del llanto o de la famosa “depre”. Está comprobadísimo que el cuerpo “habla” o, en términos médicos, somatiza; es decir, manifiesta con síntomas físicos nuestros desequilibrios emocionales. 

Así pues, no es de extrañar que en uno de los momentos más inestables de nuestra vida, nuestra salud se vuelva loca y empecemos a experimentar dolores físicos y hasta enfermedades. Pero para que no te angusties demás y pienses que tu hora final ha llegado, aquí te compartimos algunos de los efectos secundarios más comunes en tu cuerpo después de una ruptura amorosa.

1. Dolor en pecho y estómago

“Me rompió el corazón”, “siento un hueco en el estómago”. Estas frases tan comunes, que intentan comunicar lo que sentimos con una decepción amorosa, tienen mucho de verdad fisiológicamente hablando. Según la neurociencia, el rechazo activa de inmediato nuestro sistema nervioso parasimpático (el que controla las reacciones y actos involuntarios). Las señales que envía el cerebro en ese momento son recibidas principalmente por nuestro corazón y nuestro estómago.

Como respuesta a esas señales, los músculos del estómago se contraen y el ritmo cardíaco se ralentiza dramáticamente; por eso sentimos (casi literalmente) que se rompe el corazón y que se hace un hueco en el estómago. Esta sensación puede durar días e incluso meses, por lo que después de una ruptura podemos realmente experimentar dolor o presión prolongada en el pecho y/o en el estómago.

2. Trastornos nerviosos

Parece obvio, pero no lo es tanto: la tristeza no sólo se revela a través de la depresión y de quedarte tirado días enteros en la cama; también lo hace por medio de estados anímicos más exaltados, como la ansiedad, ataques de pánico o excesiva irritabilidad. Así es, puedes notar que te estás enojando por cualquier cosa, que no duermes bien e incluso que tienes palpitaciones o taquicardia como consecuencia de la ansiedad.

3. Disfunciones estomacales

Es completamente normal que, como consecuencia de una tristeza muy profunda, el apetito aumente o disminuya (cada quien reacciona de forma distinta); por eso, muchas personas suben o bajan de peso notablemente después de una ruptura. Pero no sólo eso, además, el estrés y la ansiedad pueden provocarte malestares más evidentes como diarrea, estreñimiento o incluso colitis nerviosa.

4. Gripas o enfermedades respiratorias

Otra de las consecuencias de los estados depresivos es que tu sistema inmune se debilita; por lo tanto, te vuelves más susceptible de pescar infecciones. Como los virus más comunes suelen ser los que afectan a vías respiratorias, no es extraño que, mientras te encuentras en el proceso de duelo de tu relación, te enfermes constantemente de gripa, tos o incluso que se desaten alergias que no habías manifestado antes. 

5. Problemas de la piel

Otra forma muy común en que la baja de defensas y la ansiedad se exterorizan es a través de tu piel; de hecho, cualquier tipo de desequilibrio emocional u hormonal tiende a mostrar sus primeros signos en nuestra piel, desde sarpullidos leves, hasta psoriasis (escamas y comezón aguda) eczemas nerviosos, hasta seborrea del cuero cabelludo y caída excesiva del pelo. 

¿Qué hacer al respecto? Primero que nada, que no cunda el pánico. Después, te aconsejamos varias cosas: si el dolor físico es demasiado, pídele a tu médico que te recete algún analgésico; si tus síntomas son más de carácter nervioso, entonces toma en cuenta dos cosas: que con el tiempo irás recobrando tu equilibrio y que debes hacer todo lo que puedas por consertirte y procurar tu bienestar.

Mantente activa, realiza actividad física constantemente (unas clases de pole dance te podrían servir hasta como terapia); prueba con alguna clase de meditación o tal vez puedas iniciarte en un deporte, limpia tu casa y deshazte de lo que ya no necesitas… en fin, haz todo aquello que implique cuidarte, tratarte bien y generar energía positiva. 

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