Los 5 errores más comunes en el sexo anal

No importa cuántas veces lo hayas hecho, hay errores que sigues cometiendo ¡Descúbrelos y evítalos!

15 julio, 2017 4 mins de lectura
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Sin importar preferencia sexual, para los hombres siempre es llamativa – si no es que imprescindible – la práctica del sexo anal de forma activa (o sea, siendo el que penetra); por supuesto, también hay muchos hombres y mujeres que disfrutan de recibir sexo anal; el problema es que muchas veces no estamos correctamente informados sobre esta práctica y creemos que lo sabemos todo sólo porque lo hemos visto en YouPorn.

Pero las cosas no son como el porno las pinta y la realidad es que en esta práctica cometemos muchos errores que, obviamente, evitan que la disfrutemos al máximo. Por eso, si tú eres un entusiasta de los placeres del reino de Sodoma, pon mucha atención y evita estos errores garrafales:

1. No lubricar

No nos cansaremos de recordártelo: el ano NO lubrica naturalmente, por lo tanto es INDISPENSABLE que usen lubricante, y no tres gotitas, sino todo el que consideren necesario para que no haya dolor en ninguna de las dos personas (sobretodo en quien está siendo penetrado). En las sexshops podrás encontrar gran variedad de lubricantes, así que olvídate de la saliva o cualquier otro invento que se te ocurra; te recomendamos que prefieras los de base de silicón pues son más espesos y su efecto dura más.

2. Usar instrumentos no diseñados para esta zona

Ok. No queremos asustarte, pero esas historias de médicos extrayendo objetos extraños del ano en salas de urgencia no son puro invento. A diferencia de la vagina (en la cual es muy difícil que un objeto se “pierda”), el recto sí puede convertirse en un Triángulo de las Bermudas; así que si quieres experimentar con objetos, hazlo con LoveToys diseñados específicamente para esta área, como los plugs anales, ya que estos tienen una base que impedirá que se “pierdan” por ahí.

3. Creer que es como en el porno

Esto incluye primordialmente dos ideas falsas que nos ha transmitido papá-PornTube: 1. Creer que a tu pareja siempre le va a gustar y siempre lo va a disfrutar. Error, no es así, no a todos les gusta y no todos lo disfrutan. 2. Creer que puedes penetrar durísimo y rapidísimo y la otra persona estará en éxtasis. No, por el contrario, siendo una zona muy sensible, debes ir muy poco a poco y dejar que quien está siendo penetrado marque el ritmo.

4. Olvidarte de otras zonas erógenas.

Si quien está siendo penetrado es hombre, es más probable que llegue al éxtasis con la mera estimulación anal (recuerda que así se estimula la próstata), pero si estás penetrando a una mujer, es necesario que complementes la experiencia con estimulación de otras zonas erógenas (clítoris, pechos, nalgas). Y claro, independientemente del género, siempre se agradecerá que tu pareja no sólo se concentre en la penetración y juegue con otras partes de tu cuerpo.

5. Usar enemas constantemente

Muchas personas que gustan de recibir sexo anal se preocupan tanto por el hecho de que no les ocurra algún “accidente”, que comienzan a realizarse enemas (lavados del colon y el recto) muy frecuentemente. ¡No lo hagas! Esto puede traer como consecuencia una excesiva resequedad de la zona y volverte más propenso a infecciones de cualquier tipo. En general, si llevas una buena alimentación y tu sistema digestivo está trabajando adecuadamente, no deberías tener ningún accidente desagradable.

Recuerda que para disfrutar con todos tus sentidos cualquier práctica sexual, primero debes informarte al respecto y hacer las cosas con los cuidados necesarios. Hecho esto, entonces sí puedes dedicarte a jugar y disfrutar.

¡Hazte Kinky!

Y si eres principiante en estos temas, checa este divertido video: ¿Cómo tener sexo anal? Este video resuelve tus dudas