Amigos con derechos: ¿realmente funciona?

Dos personas que se llevan bien y se divierten, puro sexo y nada de compromiso. Se antoja ¿cierto? Pero, ¿será tan fácil?

26 junio, 2017 6 mins de lectura
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Amigos cariñosos, f*** friends, f*** buddies, amigovios o como les quieras llamar; el punto es que este concepto se ha puesto de moda – sobre todo entre las generaciones más jóvenes – ya que, en teoría, la idea suena fantástica: no tienes/quieres pareja pero obvio no quieres privarte de los placeres del cuerpo, así que eliges a una persona en quien confías, únicamente para tener sexo; se proporcionan placer mutuamente sin ningún compromiso más allá del que entablan en la cama.

Suena genial, ¿no? Puro sexo, nada de compromiso. Sí, suena muy atractivo salvo que – y esto es lo que nadie nos dice – este tipo de relación no es para todos, no a todo el mundo le funciona porque la regla número uno de los f*** friends, “sin sentimientos de por medio”, a veces resulta más difícil de lo que se cree. Por eso, antes de subirte a este barco, analízate honestamente: si tiendes a enamorarte fácil, si después de un beso o un acostón oyes campanas de matrimonio, entonces olvídalo, esto no es para ti y podrías salir muy lastimado(a).

Ahora bien, si crees que tu personalidad se presta para estas cosas, entonces puedes probarlo, quizá saques una muy buena experiencia. Para eso justamente, para que los amigos con derechos no se vuelvan una pesadilla, te decimos en qué circunstancias sí puede funcionar para ambos y en qué circunstancias es mejor que se den la vuelta y continúen cada quien por su lado.

Así NO va a funcionar

  1.   Con un(a) ex novio(a)

Esto puede resultar muy tentador pues ya sabes a qué te enfrentarás en la cama e incluso podrías elegir a tu ex que más se rifaba en ese aspecto; sin embargo (aunque puede haber excepciones), por lo general esto del “no compromiso, no sentimientos” no suele funcionar con alguien con quien hayas tenido una relación en el pasado. ¿Por qué? Porque ahí ya hubo sentimientos y es muy fácil que surjan de nuevo. Superar a un ex es bastante difícil, y enredarte de nuevo con él/ella puede complicarlo aún más.

Además, casi siempre que una relación termina, uno se queda más “enganchado” o “clavado” que el otro; si tú fuiste el “enganchado” en la ruptura, piensa que podrías volver a enamorarte a los dos acostones y sufrir mucho después; si el otro fue el enganchado, no seas mala onda y mejor déjalo(a) en paz, pues podrías darle falsas esperanzas y esto no se trata de ir por la vida rompiendo corazones.

  2.   Si uno de los dos actúa con expectativas de pareja

 

Muchas acciones entran en esta categoría de “expectativas de pareja”, pero te mencionaremos las más frecuentes: ponerse celoso(a), reclamarle al otro más tiempo y atención, pedirle explicaciones, comenzar a enviar muchos mensajitos, enojarse si no los responde, querer salir juntos al cine o con la familia, etc. NO, NO, NO. Si uno de los dos empieza a hacer algo de lo anterior es momento de dejar de verse.

Deben tener súper claro que se trata de una relación exclusivamente sexual y, por lo tanto, el otro está en todo su derecho de seguir su vida como siempre: salir con otras personas, no darte explicaciones, no escribirte por muchos días y, si se da la situación, presentarte sólo como su amigo(a). Si estás esperando mensajito de “Ten lindo día” a la mañana siguiente, que tengan “salidas de pareja” o que te presente con amigos y familia, entonces esto no es para ti.

  3.   Si uno de los dos quiere “en serio” con el otro

Si la otra persona te interesa para algo más y piensas, con una enorme ilusión, que quizá la convivencia, el buen sexo y lo bien que se la pasan juntos hará que cambie de opinión y quiera hacer su vida contigo; entonces, ya empezamos mal. Si quieres “en serio” con alguien, ser f** friends no es buena opción, créenos, eso sólo te hará entrar en los reinos de la temida friendzone.

Así SÍ puede funcionar

1.Si tienen la confianza para experimentar en la cama

Si todo esto se trata de sexo, entonces deben tener muy buen sexo cuando se vean, y no hay mejor fórmula para esto que tenerse toda la confianza del mundo. Debes sentirte 100% a gusto de pedirle ciertas cosas en la cama, que hagan tal o cual posición o que experimenten con algún juguetito; si les da pena hacerlo, entonces ¿dónde está el chiste? ¿Por qué lo(a) elegiste como f*** friend si no pueden tener sexo épico cuando están juntos? Si son atrevidos, se divierten y confían en el otro, es probable que funcionen.

  2.   Si saben dejar los sentimientos de lado

Empecemos aclarando que siempre que convives con alguien, siempre, se crea un vínculo; no somos robots y por lo tanto generamos sentimientos por los demás, la cuestión está en decidir qué sentimientos y en qué nivel. Con tu amigo(a) con derechos puedes experimentar cariño, agradecimiento, alegría… y está bien, de eso se trata; pero debes saber que el amor de pareja queda descartado, no están juntos para eso y punto.

  3.   “Cuentas claras, amistades con derechos largas”

Quizá ésta sea una de las reglas más importantes: tiene que quedar bien claro para ambos que sólo son f*** friends; no necesariamente tienes que decirle “¿Quieres ser mi amigo con derechos?”, pero sí tienes que dejarle claro que no buscas un compromiso ni una relación formal. Si no puedes decírselo con todas sus letras, probablemente este tipo de relación no sea para ti.

  4.   Si son capaces de decirse cuando ya no quieran continuar

Bien. El hecho de que estén en una relación meramente sexual no quiere decir que el otro sea un objeto y que cuando ya no quieras continuar, te desaparezcas y le apliques el ghosting de la vida. Si han pasado buenos momentos juntos, se merece que le hables con honestidad y le digas que, por la razón que sea, ya no quieres continuar con sus encuentros como hasta el momento. Recuerda, sinceridad ante todo.

Ahora que tienes una perspectiva más completa de lo que significa tener un amigo con derechos, ¿lo harías? ¿Crees que te podría funcionar a ti? Recuerda que cada cuerpo y cada mente es un mundo, así que, en realidad, la única forma de saber si algo es o no para ti, es probarlo.

Mientras tanto, te compartimos lo que respondieron nuestros lectores en la Encuesta Kinky de la semana:

¡Atrévete!

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