¿Cómo le digo que quiero hacer ‘cosas nuevas’ en la cama?

17 mayo, 2017 4 mins de lectura
Compartir

Todos fantaseamos con prácticas sexuales distintas a las que ya son clásicas en nuestros repertorios, pero antes que nada hay que analizar esas fantasías que queremos llevar a la realidad. Porque muchas de ellas viven mejor en ese mundo onírico. No toda práctica que nos excita a nivel del imaginario – aunque sea súper recurrente y sea parte de nuestros aderezos mentales para los momentos de contacto o de autoerotismo – debe ejecutarse en el plano físico. ¿Por qué?

Debe cumplir tres características básicas:

  1. Cumple con la regla de oro de la sexualidad: no me va a lastimar física ni emocionalmente, ni a mi pareja ni a un tercero. Ni las pone en riesgo.
  2. Va de acuerdo con los valores o límites sanos que decido ponerle a mi sexualidad e igualmente va de acuerdo con los de la persona o pareja sexual con quien las voy a compartir.
  3. Hay un CONSENSO, o sea todos los que estemos integrados queremos y hemos aceptado de manera literal entrar a esa práctica.

¿Cómo lograr ese consenso? Ahí vamos

De entrada, usar la frase “quiero hacer algo nuevo” puede dar a entender que estamos aburridos. Sí, somos frágiles cuando escuchamos solicitudes sexuales de nuestra pareja y es fácil malinterpretar. Así que lo mejor es ‘vender la idea’ desde algo beneficioso y positivo. Evita mencionar que ‘necesitas algo distinto’, o hacer alusión a que tu pareja no está cumpliendo con las expectativas, mucho menos pongas adjetivos. O sea, evita por completo decir que te daba miedo comentarle esto porque puede ser cerrada de mente o tradicional. Cuida tus palabras. Sí, están en un espacio de confianza y hay que poder expresar nuestros deseos, pero la forma siempre debe ser cuidada; aunque no por ello sea ‘formal’ o ceremoniosa.

Véndele la idea

Piensa, ¿cuál sería el beneficio que ella sacaría de todo esto? Más allá de la experiencia nueva. Cuanto más plantees que lo que MÁS te excita es la idea de verla a ella disfrutando y sacando un beneficio de esto, más fácil será que acepte. Claro, siempre y cuando realmente haya algo positivo para ella en esa fantasía. Por eso, tienes que analizarla antes. No se vale ‘venderle’ algo que bien sabes que ni va a disfrutar o incluso puede ponerla en riesgo. 

 Práctica del bondage

Ten bien clarito qué es ‘algo nuevo’ 

Y ponle su palabra adecuada: tener un trío, experiencia de sexo grupal, sexo oral, voyeurismo, masturbación compartida, sexo anal, en fin. Investiga sobre ello. Y con investigación no me refiero a ver porno de alguna de estas prácticas. En serio, busca información confiable que te pueda dar un panorama sobre esa práctica. 

Invítala a un ‘ensayo’

Desde la fantasía en pareja pueden explorar si esa práctica puede ser buena para ustedes en la realidad. Por ejemplo, digamos que tu fantasía es tener a una tercera persona con ustedes en la cama. Durante el round, narren que una persona está con ustedes. Lo que sucede, lo que sienten, qué hace y qué hacen ustedes. Practicarlo desde la fantasía puede ser súper interesante y tendrán un panorama sobre si deberían o no llevarlo a la realidad.

Lo mismo para cualquier otra práctica. Hagan un ensayo, o sea comiencen a aplicarlo con el acuerdo previo de que es un ensayo. O sea, pueden detenerlo, cambiar de parecer o dejarlo si por algo no les está gustando la idea o las sensaciones no están siendo placenteras. Con el entendido de que no habrá ni pleito ni censura si una de las partes decide que ‘siempre no’.

Ahora sí, atrévete y ¡Hazte Kinky!

También te puede interesar: La cama ya fue, cambio de escenarios