Miguel Ángel Buonarroti: forjador de cuerpos

21 marzo, 2017 4 mins de lectura
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Hace poco más de 542 años, nació en la Toscana uno de los artistas más grandes de todos los tiempos. Michelangelo Buonarroti era su nombre en italiano y fue quizá el artista renacentista más prolífico, reconocido y admirado: fue auspiciado por los más grandes mecenas, los mismos papas solicitaban sus obras y manejaba a la perfección todas las técnicas artísticas en las que incursionaba. Sus coetáneos le llamaban El Divino.

A pesar de pintar con una técnica perfecta y de ser el autor de la famosísima Capilla Sixtina, Miguel Ángel siempre reconoció que lo que más disfrutaba era la escultura, ahí se encontraba su predilección: en la representación tridimensional de cuerpos y objetos, pero sobretodo de cuerpos humanos. El conocimiento anatómico de Buonarroti aunado a su virtuosismo técnico daba como resultado figuras humanas tan realistas que, como se ha dicho de su David, “parece que en cualquier momento se van a mover”. 

Como se ve claramente en la pintura renacentista, a partir del siglo XV los artistas comenzaron a explorar el erotismo del cuerpo humano ya sin las reservas o los tabúes de la época medieval. Si es que existe algún momento clave en que el cuerpo desnudo se volvió sinónimo de sensualidad y belleza, seguramente fue en parte gracias a las imponentes esculturas del Divino Miguel Ángel. Te presentamos algunos de sus más bellos desnudos en mármol.

Bacco (1497)

quién fue miguel ángel

Con apenas 21 años de edad, Miguel Ángel realizó esta escultura – probablemente su primer desnudo – del dios del vino, del éxtasis y del teatro. Desde entonces ya se nota la obsesión del artista por mostrar cuerpos sensuales, bien trabajados y con toques casi andróginos que recuerdan, lógicamente, los cánones estéticos grecorromanos.  

Serie de esclavos (1513 – ?)

Trabajos más importantes de miguel ángel

Alrededor de 1513, Miguel Ángel realizó una serie de esculturas de esclavos que luchan, en distintas posturas, por liberarse. Todos los esclavos exhiben cuerpos con rasgos definidos y sensuales, como es costumbre en el trabajo del genio renacentista. 

La Noche y El amanecer, en la Capilla Médici (1523 – 1531)

mejores escuclturas de miguel ángel

El papa Clemente VII – de la prominente y millonaria familia Médici – le encargó personalmente a Miguel Ángel la decoración de la hoy conocida como Capilla Médici. Se trataba de esculpir las suntuosas tumbas que servirían de lugar de reposo para toda la familia. Al final, Miguel Ángel no terminó todo el trabajo, únicamente realizó los mausoleos de Lorenzo el Magnífico y de Giuliano el Viejo, pero cada uno de ellos es una obra imponente en la que se muestra al personaje difunto y a dos figuras alegóricas a sus pies. 

De entre estas figuras simbólicas, destacan dos representadas por mujeres: la Noche y el Amanecer. Se vuelven relevantes pues son los únicos desnudos femeninos esculpidos por el artista. Es evidente que conocía mejor el cuerpo masculino, ya que, como puedes notarlo, se aprecian algunos detalles extraños, sobre todo en los pechos de las mujeres.

David (1501 – 1504)

Entre los 26 y los 29 años de edad, Michelangelo realizó su obra maestra de más de 5 metros de altura. David se muestra en actitud triunfante y calmada, con su honda en el hombro, al parecer después de haber vencido con ésta al gigante Goliat. Destacan, como en ninguna otra de sus obras, los pequeños detalles que la convierten en una escultura que impresiona y maravilla: todos los músculos trazados a la perfección, las venas que se dibujan en las manos y hasta las más pequeñas marcas y pliegues de la piel. 

escuclturas más famosas de Miguel Ángel

El detalle es tal que, durante años, el cuerpo del David se percibió como el modelo de “hombre perfecto”; sin embargo, tiempo después se dejó claro que, a pesar del perfeccionismo de la obra, las proporciones no corresponden con las verdaderas proporciones corporales de un hombre; así que ya pueden estar tranquilos, queridos lectores, lo que las chicas quieren no es precisamente que luzcan como él.

¡Dale sentido a tus sentidos!

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