Striptease, un poema de Pilar Astray

28 enero, 2021 2 mins de lectura
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Striptease de Pilar Astray

Soñé que estaba desnuda 

en paz, flotando quizá. 

Soñé que estaba desnuda 

frente a todos los poetas.

No era un sueño adolescente, 

donde corría a cubrir mis avestruces, 

mis avergonzadas pieles, 

mi subsuelo pulverizado.

No era una pesadilla, 

enfrentaba mi desnudez 

sin velatorio ni cortocircuitos. 

Mi desnudez era una bandeja de fruta 

con la que convidarme a mí misma.

Yo era un César hambriento 

y mi alma era un retiro, 

una cabaña en el lago, 

un violín en teleférico.

Soñé que estaba desnuda 

frente a todos los poetas 

con la calma de una bala 

en la buena dirección.

Con la puntería limpia, 

sin curiosidad ni conjuro, 

desnuda, dormida 

estacionada en un fragmento 

de silencio total.

El apego a mi desnudez 

había sido estafado. 

Embalsamada y libre 

requisando las manchas, 

árbitro de mis propios arañazos.

Me vi tan árbol podado, 

ciprés desmentido y sin memoria. 

Sentí tanto orden y belleza, 

el suelo de felpa en mis desnudos pies.

Y entonces 

comprendí todo. 

Y dejé de pulir el golpe 

de mi propia y aturdida oscuridad.

¡Dale sentido a tus sentidos!

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