2 poemas eróticos de José Asunción Silva

11 diciembre, 2019 2 mins de lectura
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Nocturno

Oh dulce niña pálida, que como un montón de oro

de tu inocencia cándida conservas el tesoro;

a quien los más audaces, en locos devaneos

jamás se han acercado con carnales deseos;

tú, que adivinar dejas inocencias extrañas

en tus ojos velados por sedosas pestañas,

y en cuyos dulces labios —abiertos sólo al rezo—

jamás se habrá posado ni la sombra de un beso…

Dime quedo, en secreto, al oído, muy paso,

con esa voz que tiene suavidades de raso:

si entrevieras en sueños a aquél con quien tú sueñas

tras las horas de baile rápidas y risueñas,

y sintieras sus labios anidarse en tu boca

y recorrer tu cuerpo, y en su lascivia loca

besar todos sus pliegues de tibio aroma llenos

y las rígidas puntas rosadas de tus senos;

si en los locos, ardientes y profundos abrazos

agonizar soñaras de placer en sus brazos,

por aquel de quien eres todas las alegrías,

¡oh dulce niña pálida!, di, ¿te resistirías?…

A ti

Tú no lo sabes… mas yo he soñado

entre mis sueños color de armiño,

horas de dicha con tus amores

besos ardientes, quedos suspiros

cuando la tarde tiñe de öro

esos espacios que juntos vimos,

Cuando mi alma su vuelo emprende

a las regiones de lo infinito

aunque me olvides, aunque no me ames

aunque me odies, ¡sueño contigo!

¡Dale sentido a tus sentidos!

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