En el filo del gozo de Rosario Castellanos

3 agosto, 2016 2 mins de lectura
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I

Entre la muerte y yo he erigido tu cuerpo:

que estrelle en ti sus olas funestas sin tocarme

y resbale en espuma deshecha y humillada.

 

Cuerpo de amor, de plenitud, de fiesta,

palabras que los vientos dispersan como pétalos,

campanas delirantes al crepúsculo.

 

Todo lo que la tierra echa a volar en pájaros,

todo lo que los lagos atesoran de cielo

más el bosque y la piedra y las colmenas.

 

(Cuajada de cosechas bailo sobre las eras

mientras el tiempo llora por sus guadañas rotas.)

Venturosa ciudad amurallada,

ceñida de milagros, descanso en el recinto

de este cuerpo que empieza donde termina el mío.

Rosario Castellanos- Poema erótico

II

Convulsa entre tus brazos como mar entre rocas,

rompiéndome en el filo del gozo o mansamente

lamiendo las arenas asoleadas.

(Bajo tu tacto tiemblo

como un arco en tensión palpitante de flechas

y de agudos silbidos inminentes.

Mi sangre se enardece igual que una jauría

olfateando la presa y el estrago.

Pero bajo tu voz mi corazón se rinde

en palomas devotas y sumisas.)

Rosario Castellanos - Poema erótico

III

Tu sabor se anticipa entre las uvas

que lentamente ceden a la lengua

comunicando azúcares íntimos y selectos.

 

Tu presencia es el júbilo.

Cuando partes, arrasas jardines y transformas

la feliz somnolencia de la tórtola

en una fiera expectación de galgos.

 

Y, amor, cuando regresas

el ánimo turbado te presiente

como los ciervos jóvenes la vecindad del agua.