Dos poemas eróticos modernistas

27 marzo, 2019 2 mins de lectura
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I.

Las rosas palpitaban encima de tus senos

de Juan Ramón Jiménez

Las rosas palpitaban encima de tus senos

duros. Como una flora de las blancas batistas

que tus brazos rosaban cálidamente llenos,

los encajes tentaban con carnes entrevistas

¡Qué cándida lujuria en tus bucles con lazos

rojos! ¡Oh, tus mejillas, mates como jazmines,

bajo la llama negra de los hondos ojazos

sobre la pasión cálida de las rosas carmines!

Ibas hacia la vida con todo tu tesoro

intacto… Me mandaste tus pájaros de amores…

¡y te besé, temblando, tu alegría de oro

con un miedo doliente de poner tristes tus flores!

II.

Cuando te levantaba las faldas perfumadas

de Juan Ramón Jiménez

Cuando te levantaba las faldas perfumadas

roja, como una rosa, tu cara era una risa;

tus ojos negros eran más negros y más blandos,

todo el aroma de tu cuerpo se encendía.

Y sobre la locura del instante del estío

te cegaba los ojos tu cabellera tibia.

Un mohín de fastidio replegaba tu labio

y mostrabas tus dientes de luminosa china…

Nunca el reproche tuvo tibieza ni amargura,

te dabas toda porque sí, porque querías,

y las rosas quemadas de tu jardín con sol

ornaban con fragancia de oro tu fatiga.

¡Lee, siente, disfruta!

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