Las Flappers: mujeres sexys, glamurosas y liberadas

10 julio, 2018 3 mins de lectura
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Viajemos a los años 20, en Europa. Justo después de que acabara la Primera Guerra Mundial, surgió en estos lares el movimiento que es, por muchos, considerado la primerísima muestra de emancipación femenina: las flappers. En ellas encontramos el germen de un feminismo que sabe utilizar la moda y el aspecto físico como recurso simbólico para expresar sus necesidades de libertad y empoderamiento.

Hasta antes de esa época, las mujeres ni siquiera podían imaginarse fuera de casa en un trabajo que les proporcionara independencia. Pero justamente a partir de la Primera Guerra Mundial, como consecuencia de las muchas bajas masculinas en combate, las empresas y los empleadores comenzaron a contratar mujeres para suplir la fuerza laboral faltante. Mujeres que trabajaban: ese fue el primer paso para la revolución.

Las flapper fueron, entonces, esas mujeres de clase media-alta que comenzaron a trabajar, no tanto por necesidad, sino para sentir que no dependían de nadie. Fueron mujeres que se atrevieron a romper las normas de la época y a mostrarse glamurosas, sexys, divertidas y emprendedoras. ¿Sabes lo que son las WHIP’s hoy en día? Pues podríamos decir que las flappers fueron las WHIP’s de los años veinte.

La vestimenta como reflejo de la liberación femenina

Estilo Flapper

La moda femenina vivió por siglos encerrada en los cánones del corset; la ropa estaba diseñada para ajustar lo más posible y, en consecuencia, para resaltar lo que era considerado femenino: una cintura pequeña y unos senos prominentes. Sin embargo, estas prendas eran -literal y simbólicamente- oprimentes: eran incómodas para quien las portaba, conservadoras y, hasta cierto punto, esclavizantes.

Entonces llegaron las flappers para romper con todos esos estándares. De los corsets y la ropa ajustada, pasaron a vestidos sencillos, rectos y vaporosos que se movían al ritmo de la música. De las faldas largas y conservadoras, pasaron a vestidos con flequillos que apenas cubrían las rodillas y que, al bailar el clásico charleston de la época, dejaban ver buena parte de los muslos.

El cabello y el maquillaje

Todos sabemos que, por mucho tiempo, el cabello fue considerado el mayor símbolo de feminidad: mientras más largo el cabello más femenina la mujer. Pues las flappers también rompieron con estas ideas preconcebidas y pusieron de moda un corte de cabello que les daba un toque masculino o, cuando menos, andrógino: el Bob Cut, hoy conocido como Bob corto, que desafiaba las nociones de lo femenino.

Y a esto le añadían un maquillaje cargado y dramático: se empalidecían un poco con polvo para que entonces los ojos y los labios resaltaran más. Unos ojos negros con pestañas espesas y unos labios absolutamente rojos (que en otras épocas solo se les veía a las chicas de la vida fácil) completaban el look flapper.

Obviamente, estos cambios en la forma de verse y vestirse fueron absolutamente simbólicos: evidenciaban a una nueva generación de mujeres empoderadas que, gracias a su independencia económica, podían hacer cosas antes impensables, como manejar, tomar, salir sin compañía masculina, fumar y, en resumen, todo lo que los hombres podían hacer y estaba mal visto en una mujer. Por eso, hace ya casi 100 años, las flappers fueron un ejemplo de actitud 100% Kinky.

¡Atrévete!

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