Espera, un poema de amor prohibido

25 octubre, 2017 1 min de lectura
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Espera

Y tú me dices

que tienes los pechos rendidos de esperarme,

que te duelen los ojos de estar siempre vacíos de mi cuerpo,

que has perdido hasta el tacto de tus manos

de palpar esta ausencia por el aire,

que olvidas el tamaño caliente de mi boca.

Y tú me lo dices que sabes

que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre,

de lastimar mis labios con la sed de tenerte,

de darle a mi memoria, registrándola a ciegas,

una nueva manera de rescatarte en besos

desde la soledad en la que tú me gritas

que sigues esperando.

Y tú me lo dices que estás tan hecha

a esta deshabitada cerrazón de la carne

que apenas si tu sombra se delata,

que apenas sí eres cierta

en esta oscuridad que la distancia pone

entre tu cuerpo y el mío.

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