Aprende dónde y cómo tocarla

Conoce las zonas erógenas femeninas que muchos pasan por alto y que a ellas las vuelven locas.

9 julio, 2016 4 mins de lectura
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El cuerpo humano está repleto de terminaciones nerviosas que nos proveen de todo tipo de sensaciones, entre ellas la excitación sexual; en este sentido, todo nuestro cuerpo sería potencialmente erógeno (algunas técnicas tántricas exploran justamente ese potencial). Sin embargo, hay zonas de nuestra anatomía que suelen responder con más facilidad a los estímulos eróticos y a esas hay que prestarles mucha, mucha atención.

Muchos sexólogos distinguen tres tipos de zonas erógenas según el nivel de excitación que provocan: las primarias son las involucradas directa y evidentemente en el logro del orgasmo; las secundarias son aquellas que, generalmente situadas muy cerca de las primarias, activan su excitación y potencian el placer; finalmente, las potenciales son las que nos van prendiendo poco a poco y son indispensables para un buen juego previo.

En el caso de las mujeres, las zonas erógenas primarias son, como seguro ya lo sabes, el clítoris y la vagina; pero, mucho ojo, no por ello debe ser lo primero que busques estimular, al contrario, piensa que el orden de estimulación es contrario al orden en que presentamos las zonas erógenas, es decir, no te apresures y deja el clítoris y la vagina para el último.

Recuerda que tú eres estufa y la mujer es hornito, a ella le lleva más tiempo llegar a la temperatura ideal, por lo tanto, lo mejor para una mujer es que empieces estimulando delicadamente sus zonas eróticas potenciales (que te describiremos en breve), que continúes con las secundarias (pezones, pubis, labios vaginales, perineo, ano) y te entretengas en ellas un rato antes de atacar las primarias.

Te daremos una lista de las zonas más estimulantes para la mayoría de las mujeres, sin embargo es importante que tomes en cuenta algo que no nos cansaremos de decir: lo que te proponemos es una guía no una lista categórica de reglas, cada persona es diferente y los puntos erógenos no son los mismos para todos, por lo que la mejor manera de conocer sus zonas sensibles es que ella te lo diga, así que no temas preguntarle. Dicho lo anterior, estas son las regiones que para la mayoría de las mujeres resultan especialmente erógenas.

  1. 1.-Cuello, nuca y hombros

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    La mayoría de las mujeres coinciden en que las caricias, los besos e incluso las mordidas en esta zona las prende muchísimo y relativamente rápido. Algunas también disfrutan mucho el estímulo en las orejas; prueba a susurrarle al oído lo que le quieres hacer, mientras excitas las zonas contiguas con tus dedos, con una pluma o cualquier otro objeto sugestivo.

  2. 2.-Senos

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    Pareciera que está de más mencionarlos, ¿verdad? Pues lo importante no es que sepas que los senos son erógenos, lo importante es que sepas cómo excitarla a partir de este punto. Si bien en el momento de mayor intensidad puede disfrutar de un poco de agresividad, para que los senos funcionen como interruptor erótico debes tratarlos con suavidad y sutileza, tocarlos con la yema de los dedos o la punta de la lengua y estimularlos de afuera hacia adentro, dejando el pezón para el final. Contén tus ganas de estrujarlos fuertemente (déjalo para después) y verás cómo reacciona.

  3. 3.-Espalda

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    Al igual que los senos, recorre su espalda primero con delicadeza y ve subiendo el tono poco a poco. Concéntrate en transitar por su espina dorsal (de arriba abajo y viceversa) con tus manos, labios, lengua o lo que tu imaginación sugiera; puedes también empezar con un masaje relajante y continuar con estímulos más cachondos.

  4. Cara interna del muslo

    cuáles son las zonas erógenas de la mujer

    Besa, lame y toca sus muslos, sobre todo la parte interna; esta región, además de excitarla a ella, estimulará tu imaginación y tus fantasías, ¿o no te encanta estar entre sus piernas?

Ahora recuerda que la mente es la “zona erógena” más potente que tenemos todos, por lo que si la atmósfera es propicia y sabes estimular sus fantasías, todo su cuerpo, desde el cuero cabelludo hasta la punta de los pies, se volverá sensible a tus caricias y responderá como nunca lo habías imaginado.

¡Atrévete y hazte Kinky!

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