¡Toma la iniciativa y da el primer paso!

25 mayo, 2016 3 mins de lectura
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Aunque estemos en el siglo XXI, algunas ideas muy arraigadas siguen marcando las pautas de nuestro comportamiento, sobre todo en el ámbito de las relaciones amorosas y/o pasionales. Respecto al ligue, por ejemplo, muchas personas siguen creyendo que lo socialmente correcto es que el hombre sea quien se acerque a iniciar la plática o el coqueteo, mientras la mujer permanece en actitud receptora y casi pasiva.

Es momento de poner al día los roles. El verdadero feminismo exige igualdad, y no olvidemos que la igualdad tendría que funcionar en ambas direcciones, para ambos géneros; no debería ser reclamada sólo para lo que nos conviene y para lo que no, seguirnos comportando según preceptos de hace un siglo: esperar a que él se acerque, que él invite a salir, que dé el primer paso siempre… en breve, que él sea todo un caballero medieval y ella una princesita (liberada) del siglo XXI. Si queremos igualdad, que empiece por nosotros. ¡Ellas también pueden dar el primer paso y a ellos les encanta!

  1. Que no te importe el qué dirán

    Hay un motivo por el cual muchas chicas se frenan en el momento decisivo para acercarse a un chico, es otra idea prehistórica que persiste muy a nuestro pesar: “la mujer que da el primer paso seguramente es una fácil casquivana”. Vamos a tranquilizarte al respecto: para empezar, ya no todos piensan así; para seguir, si el hombre en cuestión sólo te quiere para una noche, eso no cambiará dependiendo de quién haya dado el primer paso. Por el contrario, si realmente lo cautivas y le interesas para algo más, no sólo no le importará, sino que seguramente admirará tu audacia y decisión para acercarte.

  2. Sé auténtica y espontánea

    Olvídate de las “estrategias”. No hay nada peor que recurrir a tácticas o frases hechas que, además de artificiales, ya son por todos conocidas; salir con expresiones como “¿te conozco de algún lado?” (cuando sabes que no se han visto en su vida) o “dicen que robar es malo, pero un beso tuyo con gusto lo robaría”, puede significar el final de tu noche de ligue, además de que seguro te sentirás falsa y quizá un poco ridícula.

La mejor estrategia (aunque suene a lugar común) es ser tú misma; no te impongas actitudes que no vayan con tu forma de ser y con las que no te sientas cómoda. En otras palabras, si no te nace hacer algo no lo hagas, y si te sale de manera natural y espontánea hazlo. No hay más reglas.

Así que hoy se acaban los pretextos para no ser tú quien dé el primer paso. No importa si tu personalidad es arrojada y desinhibida o más bien tímida y reservada, lo importante es que tengas claro lo que buscas y que saques esa actitud Kinky que tienes dentro de la forma que más te apetezca. Eso sí, te aseguramos que una hermosa sonrisa nunca falla.

¡Hazte Kinky!

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